El FMI advierte de que 2013 será peor para España que el recién acabado 2012
El organismo empeora sus previsiones y augura una contracción del 1,5% del PIB para este año La recuperación tendrá lugar en 2014 con un tímido repunte del 0,8%
La última revisión de las previsiones que maneja el Fondo Monetario Internacional sobre España arroja pocas sorpresas en cuanto a la dirección y el sentido de la crisis. No obstante, sí aumenta la velocidad de la recesión y agrava el pronóstico para 2013, que será peor que el recién concluido 2012. Con ello, el país seguirá a la cola de la recuperación entre las economías avanzadas. Sólo está peor que España Grecia, tal y como ya dijo el FMI al presentar sus previsiones en octubre.
Según las nuevas cifras que maneja el FMI, el producto interior bruto de España se contraerá este año un 1,5% cuando en octubre auguraba una caída del 1,4%. Esta previsión es peor que el balance esperado para 2012, un año que según ha adelantado esta mañana el Banco de España se cerró con un retroceso del 1,3%, y triplica el resultado que calcula el Gobierno, que insiste en mantener una caída de apenas el 0,5%. Frente al resto del mundo, la comparación no es buena, ya que el rendimiento del PIB español se queda muy lejos del 3,5% que se prevé para la economía internacional en 2013 y del 1,4% proyectado para los países ricos.
Tras recorrer lo que queda de año en terreno negativo, el crecimiento en España llegará en 2014. En eso parecen coincidir tanto los economistas del Fondo como el Gobierno español. Otra cosa será el ritmo con el que se producirá el ansiado repunte, que el organismo en Washington deja en un tímido 0,8% del PIB, dos décimas menos de lo que anunció en octubre. De nuevo, la cifra se queda muy lejos del 4,1% que se prevé ahora de media para el conjunto de las economías del planeta y del 2,2% que el FMI estima para el grupo de las potencias desarrolladas.
En cuanto a lo ocurrido desde octubre hasta ahora, solo Japón sufre un recorte mayor que España en sus previsiones para 2014. A nivel internacional, el FMI afirma que el repunte será “más gradual” que lo que anticipaba hace tres meses gracias a que se redujo el riesgo de una crisis aguda en Europa.
Olivier Blanchard, consejero del FMI, reconoció al presentar las nuevas previsiones que los mercados financieros van por delante de la economía real en su percepción de la coyuntura. Aunque advierte de que "quizás hay demasiado optimismo". Por eso, prefiere no hacerse ilusiones, ya que persisten retos y riesgos a corto plazo. "Hemos evitado algunos precipicios pero queda escalar montañas altas", añadió.
La semana pasada, Christine Lagarde, directora gerente del Fondo, ya dijo que se evitó el colapso gracias a las políticas adoptadas en el último minuto en Europa. Pero también advirtió de que no hay que “dormirse en los laureles”. En este sentido, el organismo señala que la recuperación “llega con retraso” a la zona euro. Otro paso atrás podría mermar de nuevo el proceso, por eso pide que los esfuerzos de la periferia sean apoyados por el centro.
La zona euro es y seguirá siendo la región peor parada. La contracción será del 0,2% este año, en lugar de crecer un 0,2% como se dijo en la última proyección. En 2012, estima el Fondo, la contracción fue del 0,4%. Para 2014, sin embargo, anticipa que los países de la unión monetaria volverán a crecer con un avance del 1%. En este caso, la revisión a la baja es de una décima. La aplicación de las reformas es clave para evitar una situación de estancamiento generalizada.
El FMI parece ahora más optimista, aunque sus economistas cruzan los dedos. “Si los riesgos a la baja no se materializan y las condiciones financieras continúan mejorando, el crecimiento global podría ser más fuerte de lo proyectado”, señala el equipo que dirige Olivier Blanchard. No solo se fijan en Europa, también en el efecto del tenso debate fiscal en EE UU sobre el límite de la deuda.
Pendientes también de Estados Unidos
El rendimiento de la economía estadounidense sorprendió al FMI para bien. De hecho se considera uno de los factores que explican una “modesta mejora” de las condiciones globales en el tercer trimestre de 2012. También el hecho de que la situación financiera se haya estabilizado, en particular el precio de la deuda de los países de la periferia europea.
La proyección de crecimiento para EE UU es del 2% para este año, tres décimas menos que en 2012, y que se coloque en torno a su potencial en 2013. En ambos casos la revisión es mínima, de una décima con respecto a lo dicho en octubre. La evolución del mercado inmobiliario, que da signos claros de estabilización, está teniendo ya un efecto positivo en el crecimiento.
La fuente principal del crecimiento en la actual coyuntura sigue estando entre los emergentes, que avanzarán un 5,5% en 2013 y del 5,9% en 2014. Los flujos de capital hacia estos países sigue siendo robustos. Pero el comercio internacional no termina de repuntar y la caída de la demanda en los países ricos está afectando a algunas economías en desarrollo, lo que impedirá los niveles de 2010 y 2011.
Todas estas proyecciones parten de la premisa de que Europa aguantará el tipo, como indican los técnicos en su informe actualizado. Por eso, el organismo insiste en que deben adoptarse acciones políticas para apuntalar una recuperación global que sigue calificando de “frágil”. La receta para reducir los riesgos y la incertidumbre es la misma: avanzar hacia la consolidación fiscal y en la reforma financiera.
En cualquier caso, el rendimiento de la economía en los países avanzados es insuficiente para reducir el paro de una manera consistente, afirmó Blanchard en una rueda de prensa en la que no respondió ni una sola pregunta sobre España. La única referencia a la situación española llegó entre los comentarios que el consejero del FMI hizo sobre los ajustes en Italia, sobre los que admitió que "provocaron efectos adversos". Sin embargo, "no había mucha opción" ni para Italia ni para España, destacó.
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