El esperado adiós a la desaceleración
Tras el frenazo de 2012, las reformas pueden animar a los inversores extranjeros
El crecimiento de la economía de India podría tener una “modesta recuperación” en 2013, coinciden los expertos. “Las bases para esta recuperación podrían ser el desembarco de inversiones más robustas y la mejora en el aumento de las exportaciones”, explica el director para el sureste de Asia de ANZ, Aninda Mitra. El consumo privado también podría aumentar debido a la reciente bajada de los tipos de interés, mayores gastos del Gobierno y un mejor monzón para las cosechas. Es razonable esperar un crecimiento del 6,5% al 7% para el año financiero 2013-2014, dicen varios analistas.
India sufrió en 2012 la peor desaceleración en casi una década. Aunque el año financiero que cierra en marzo podría registrar un crecimiento del 5,5%, es un tropiezo para un país que crecía al 8%. La prioridad del Gobierno es reactivar el crecimiento, pero hasta el optimista primer ministro, Manmohan Singh, duda de que se alcancen cifras pasadas. Muchos analistas culpan al Gobierno de la desaceleración y hacen hincapié en los altos niveles de corrupción y la falta de decisión a la hora de tomar medidas que den confianza a los inversores. La depreciación de la rupia, la alta inflación y el endeudamiento público tampoco ayudan. La crisis mundial afectó al país más de lo esperado, al reducir sus exportaciones.
En septiembre pasado, el Ejecutivo tomó una serie de medidas, que se conocieron como big bang, para liberalizar la economía, las más importantes en casi una década para promover la entrada de capital extranjero en sectores como el comercio, la aviación y los seguros. Aunque los analistas piensan que debían haberse hecho mucho antes y que no son suficientes, “sí han ayudado a aumentar la confianza”, explica el jefe de activos de SMC Capitals, Jagannadham Thunuguntla. Pero “el Gobierno todavía tiene que trabajar mucho para eliminar los cuellos de botella que hay en la minería, en la adquisición de tierra y en el sector energético, y que se uniformen los impuestos en los bienes y servicios”, dice. También se espera que el Ejecutivo endurezca la aplicación de impuestos y reduzca aún más la subvención de los carburantes para superar el alto déficit del Estado, la mayor amenaza de la economía, según los analistas.
En septiembre pasado el Gobierno aprobó el mayor plan de reformas en una década
“Aunque esas reformas seguramente van a empezar a dar resultados, es importante que no se pierda el impulso de las reformas”, dijo a los medios indios el director de la Confederación de Industria india, Chandrajit Banerjee. Aunque la inversión extranjera directa ha aumentado a partir del big bang, representa solo el 1% del PIB. Pese a que India sigue siendo de los países que más crecen en el mundo, aún necesita tasas de crecimiento fuertes para aumentar la renta nacional. El crecimiento del PIB apenas es adecuado al crecimiento de la población, sobre todo la que está en edad de trabajar. Este año, la esperanza está puesta en el sector de las infraestructuras, elemento crucial para que no se detenga el desarrollo del país y una buena oportunidad para los inversores. India necesita mejorar y aumentar sus carreteras, puentes, y puertos, entre otras cosas.
La inestable arena política en India es otro de los principales riesgos para que se siga abriendo la economía, dicen los analistas. “Ahora está claro que el gobernante Partido del Congreso se ha unido por la necesidad de hacer reformas. Sin embargo, su margen de acción seguirá dependiendo de las coaliciones políticas. Además, se suma la incertidumbre por los resultados de las elecciones de 2014 y por los serios fallos de gobernanza en los que ha caído”, dice el experto de ANZ.
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