_
_
_
_
INFORME DEL ‘NÚMERO DOS’ DE RATO SOBRE EL NEGOCIO INMOBILIARIO

“Tenemos 280 socios promotores inmobiliarios, la mayoría insolventes”

José Manuel Fernández Norniella, encargado de gestionar el ladrillo tóxico acumulado por el grupo Bankia, ilustró al Consejo sobre el colosal problema

Un cartel de Bancaja en el barrio madrileño de Sanchinarro.
Un cartel de Bancaja en el barrio madrileño de Sanchinarro.SANTI BURGOS

El debate sobre qué manzana contaminó al resto de cajas integrantes de Bankia ofrece distintas respuestas. Los informes del Banco de España contradicen la versión de que Caja Madrid fue arrastrada al abismo financiero por la carga tóxica de los activos de Bancaja. Los informes del Banco de España destacaban en 2010 con trazos más gruesos los riesgos que padecía Caja Madrid al hilo de su fusión, operación que, sin embargo, ni cuestionaban ni frenaban. Incluso pronosticaban que le evitaría entrar en pérdidas.

La visión desde el seno del Consejo de Administración del grupo BFA-Bankia, la entidad resultante de la fusión de siete cajas, entre ellas Caja Madrid y Bancaja, era distinta. El 12 de diciembre de 2011 se produce un Consejo de Administración en BFA, en el que se traza un sombrío panorama del grupo bancario por el consejero José María Fernández Norniella, número dos de Rato al que este había confiado la gestión del área inmobiliaria.

El informe de Norniella analiza la situación de la cartera de activos inmobiliarios del grupo antes y después de la fusión de las diversas cajas integrantes. El cuadro no resultaba nada tranquilizador. “La situación actual es compleja con activos adjudicados y sociedades participadas que ascienden a 294, de las que 47 son participadas al 100%, 26 tienen una participación mayor del 50% y 221 inferiores al 50%. Contamos con más de 350 socios de los que un 80% (280) son promotores, en su mayoría insolventes”.

Tras el relato puramente estadístico del problema, Fernández Norniella intentó evaluar riesgos, concediendo a la valenciana Bancaja el peor crédito. “El origen es diverso, el 51% proviene de Bancaja con un riesgo alto, 20% de Caja Madrid con riesgo bajo y el 29% del resto de cajas con riesgo medio”.

El balance final, con una crisis económica en su peor momento y una crisis del sector inmobiliario mayúscula, era especialmente difícil para el Grupo Bankia. “La situación resultante es de 53.123 unidades y 10.854 millones de euros de activos adjudicados. Considerando también los activos en sociedades, tenemos que gestionar activos por un total de 28.500 millones de euros”.

A continuación, Fernández Norniella expuso los riesgos para Bankia y su matriz, BFA: “La exposición de riesgo total es de 20.958 millones de euros [cantidad similar a la que acabaría solicitando el sucesor del entonces presidente, Rodrigo Rato, tan solo seis meses después para reflotar el banco]”.

El consejero y mano derecha de Rato terminó su exposición con una mala noticia para las cuentas del grupo bancario: “La valoración de los activos supondría provisiones adicionales en este ejercicio. Se está negociando con el Banco de España dilatar en el tiempo y fraccionar y hay buenas perspectivas en el proceso”.

El consejero plantea que existe un gran volumen de activos a gestionar. Y, por ello, defiende realizar acciones para “aislar el negocio inmobiliario” y lograr que sea gestionado por profesionales con el fin de que sea “autofinanciable y atractivo a inversores”. “Se necesita una solución global inmobiliaria. Esta decisión supone un coste de tener que anticipar dos años impuestos por 13 millones de euros aunque se conseguirían beneficios fiscales y sinergias alrededor de 258 millones de euros entre 2012 y 2013”.

Paradójicamente, mientras Fernández Norniella asegura en esa sesión del Consejo de Administración que la parte del león del riesgo procede de Bancaja, el Banco de España, cuando en octubre de 2010 analiza todas las cajas que iban a integrar Bankia, carga más las tintas sobre la entidad madrileña. “Se trata de una entidad con solvencia ajustada y rentabilidad muy decreciente. Morosidad elevada con tendencia al alza, que se sitúa por encima del grupo, debido principalmente a la cartera hipotecaria minorista, aunque el riesgo promotor, con peso significativo, ha impactado ya de forma destacada. Bajo nivel de cobertura. Elevada dependencia de los mercados mayoristas de emisiones por el elevado peso de la financiación mayorista”.

Por el contrario, Bancaja, la tercera caja por activos entonces de España, merecía el siguiente diagnóstico: “Se trata de una entidad con una rentabilidad muy ligada a la actividad de banca tradicional, destacando la importancia de su exposición al riesgo promotor e inmobiliario. (....) El fuerte ritmo de crecimiento de su inversión crediticia durante la línea expansiva del ciclo económico, la llevó a acudir a los mercados de capitales de manera creciente. La situación de cierre de estos mercados originó su sustitución por el recurso al BCE, lo que la imposibilita una adecuada diversificación de plazos según se producen vencimientos. Mantiene unos niveles adecuados de solvencia”.

Pese a este buen diagnóstico, el informe del Banco de España apuntaba algunos puntos oscuros. “Las debilidades principales son el deterioro de la inversión crediticia, en especial en los sectores promotor e inmobiliario, su delicada situación de liquidez y el riesgo de negocio”.

No era mucho mejor el análisis que hacían de las cajas menores integrantes de la fusión como Caja Ávila, Caja Segovia, Caja Insular de Ahorros de Canarias: “Todas ellas presentan una elevada concentración sectorial en el negocio promotor-constructor y en la financiación a las personas físicas para la adquisición de vivienda. Problemas de resultados y eficiencia en muchas de ellas, consecuencia del estrechamiento de márgenes derivado de la bajada de tipos, de las elevadas dotaciones por deterioro y de una red sobredimensionada”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_