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La morosidad en la banca marca un nuevo máximo y roza el 10% en julio

Las entidades afloran dudosos y reclasifican créditos por 13.000 millones tras el rescate La caída de depósitos alcanza los 77.000 millones en un año

La decisión del Gobierno español de solicitar el rescate ha llevado a las entidades financieras a poner orden en sus libros a la vez que el sector se sometía a las auditorías independientes encargadas por el Ministerio de Economía. El resultado ha sido que el volumen de créditos dudosos se ha disparado entre junio y julio, que es el tiempo transcurrido desde que se activó el crédito por hasta 100.000 millones para sanear al sistema bancario español, hasta máximos históricos. Así, en este periodo, la tasa de morosidad ha pasado del 8,9% al 9,86%, lo que significa que las entidades tienen la friolera de 169.330 millones en préstamos cuya recuperación es más que difícil.

La cifra representa un avance de 13.357 millones con respecto a mayo. El repunte se explica en parte por Bankia, nacionalizada en mayo y que ya ha recibido 9.000 millones. El nuevo equipo gestor de la entidad dirigido por José Ignacio Goirigolzarri ha aprovechado para hacer limpieza en las cuentas, lo que ha llevado al grupo a registrar unas pérdidas de 4.448 millones hasta junio.

En julio, no obstante, se frena la tendencia de trasvasar créditos a la cartera de dudosos. Esto se refleja en la evolución de las provisiones que realizan las entidades para hacer frente a estos impagos. Este colchón, que aumentó con fuerza en unos 14.000 millones en junio apenas se ha incrementado en 335 millones en julio.

Por otra parte, para empeorar el retrato del sector que mensualmente dibuja el Banco de España, el total de créditos ha bajado en 27.300 millones frente al mes anterior, hasta los 1,7 billones.

La mayor parte de la culpa de este incremento de los créditos dudosos está en el sector inmobiliario. La actividad relacionada con el ladrillo, según los últimos datos disponibles a cierre de junio y publicados también hoy por el Banco de España, reflejan que el sector es responsable del 60% de toda la morosidad con 78.582 millones.

Por el lado contrario, el total del dinero prestado para la actividad inmobiliaria se reduce hasta los 286.942 millones, apenas 37.000 millones menos frente a los máximos de 2009, lo que confirma la lentitud con la que se está reduciendo el crédito al sector. Precisamente, los activos tóxicos del ladrillo constituirán el grueso del banco malo que el Gobierno ha creado con vistas a garantizar la viabilidad futura del sector.

Del total de la cartera, los cuatro bancos nacionalizados (BFA-Bankia, CatalunyaBanc, NCG Banco y Banco de Valencia) han disparado hasta los 75.000 millones de euros en el primer semestre el volumen de activos considerados “potencialmente problemáticos” del sector. Este epígrafe agrupa a los morosos, a los que presentan algun tipo de riesgo y a los inmuebles canjeados a cambio de impagos.

Los datos publicados por el Banco de España, por otra parte, confirman la fuerte caída de depósitos que se produjo en julio. Según los datos del Banco de España, la caída de depósitos en el mes fue de 29.809 millones de euros, la mayor de la serie histórica. Con ello, la disminución de los depósitos es de 77.259 millones en un año, un 6,5%. Parte de esa disminución se debe a que los bancos han estado comercializando pagarés como sustitución de los depósitos de alta rentabilidad, penalizados por el aumento de contribución al Fondo de Garantía de Depósitos.

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