El Banco de España vigilará la participación bancaria en el ladrillo

El Banco de España controlará la futura participación de los bancos en el sector inmobiliario. Así lo ha afirmado el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Economía, el finlandés Olli Rehn, en una respuesta por escrito al europarlamentario español Raül Romeva, de ICV. Romeva había preguntado a Rehn por qué el memorándum de entendimiento para el rescate bancario no hacía "ninguna propuesta" para cambiar el "círculo vicioso" de la relación entre el sector financiero y el inmobiliario "aun siendo la causa principal de la crisis española". Rehn ha replicado que disociar el sector financiero del inmobiliario es uno de los objetivos fundamentales del memorándum, y que este incluye medidas destinadas tanto a "consolidar el marco de supervisión" como para "aumentar la independencia del Banco de España".

Rehn también ha defendido que los inversores en participaciones preferentes y subordinadas acepten pérdidas, argumentando que "minimiza el coste de la reestructuración bancaria" para los contribuyentes. El comisario europeo ha recordado que la quita se aplicará únicamente a los inversores de "aquellos bancos que reciban ayudas estatales". Ante la pregunta de Romeva sobre la posibilidad de una regulación bancaria que evite "que los banqueros sigan especulando con el dinero de los ahorradores", Rehn ha indicado que el memorándum "aboga específicamente por reforzar la protección de los consumidores" y que la Comisión revisó en octubre de 2011 las directivas Mifid, que desde entonces fijan requisitos "más rigurosos" para la venta de productos financieros complejos a los pequeños inversores.

El eurodiputado también preguntó a Rehn si cree que la bancarización de las cajas, y la subsiguiente desaparición de la obra social, "contribuirá a la que las finanzas vuelvan a servir a la economía real y a la sociedad". El comisario ha indicado que el memorándum únicamente aboga por "consolidar la estructura de gobernanza de las cajas de ahorros". Romeva había solicitado a Rehn el "control democrático" de la futura sociedad de gestión de activos (el llamado banco malo esbozado en el memorándum), para que "garantice la salubridad bancaria y no socialización de las pérdidas", a lo que el comisario europeo ha respondido que los detalles sobre la futura sociedad aún están en estudio.