El Tesoro paga el interés más alto por sus bonos a 10 años desde noviembre
España cumple y vende 3.000 millones en su primera subasta tras el acuerdo europeo Los títulos con vencimiento en 2016 también suben su rentabilidad hasta el 5,6% La emisión se ha realizado con la prima de riesgo de nuevo sobre los 515 puntos básicos
El Tesoro Público ha vuelto este jueves al mercado para financiarse y, de nuevo, se ha visto obligado a subir los intereses para superar las dudas de los inversores, que no aflojan la tensión sobre la deuda española. Gracias a este aumento de los tipos, que en el caso de los bonos a 10 años se ha ido a su nivel más alto desde noviembre, y dado que el objetivo era muy prudente, ha conseguido cumplir con lo previsto al vender un total de 3.000 millones. La demanda, por su parte, ha vuelto a duplicar a la oferta, aunque se aprecia cierto agotamiento con respecto a anteriores emisiones. La subasta se ha realizado en pleno repunte de la prima de riesgo española, que precisamente ha acelerado su subida al rato de conocerse los resultados de la operación hasta superar los 515 puntos.
Con los bonos que vencen en 2022, el Tesoro ha colocado 747 millones a un interés marginal (el último antes de cerrar la subasta) del 6,50%, la rentabilidad más alta desde noviembre, cuando se vio forzado a comprometer un interés del 7,09% días antes de las elecciones. Además, para corroborar el nivel de nerviosismo del mercado, el 6,50% de esta subasta es el segundo más alto de los últimos 16 años, solo por detrás del récord de hace ocho meses.
Junto a estos títulos también han vendido 1.015 millones en deuda con vencimiento en octubre de 2016. Para ello, el Tesoro ha tenido que comprometer hasta un 5,62% cuando en la última operación con este mismo tipo de bonos celebrada a principios de junio le bastó con ofrecer un 5,44%. En este caso, sin embargo, llevar la comparación más lejos presenta ciertas complicaciones, ya que su vencimiento está a medias entre un cuatro y un cinco años. Para estos últimos, España ya tuvo que pagar un 6,2% hace apenas 14 días. Emisiones de bonos a cuatro años, no obstante, no ha habido muchos hasta este 2012. En cualquier caso, el 5,62% de hoy es el más alto de todas ellas.
Por el contrario, para los bonos a tres años, con los que ha colocado 1.238 millones, no se ha visto obligado a subir la rentabilidad con respecto a la subasta del 21 de junio. En concreto, ha pagado un interés del 5,19% frente al 5,510% de hace unos días.
En total, los inversores han solicitado 7.800 millones de euros, lo que equivale a 2,6 veces el importe adjudicado. Según ha señalado el Ministerio de Economía, esta demanda, aunque es inferior a la de la última operación con deuda a medio y largo plazo, "sigue mostrando fortaleza pese a la situación actual de los mercados".
Además, el departamento que dirige Luis de Guindos añade que "el Tesoro mantiene la estrategia prudente en su salida al mercado, gracias a la anticipación de sus emisiones en una situación menos adversa", que es al que se produjo en el arranque del año gracias a la barra libre de liquidez del BCE. Hasta el momento, se han cubierto el 65,2% de las necesidades de financiación a medio y largo plazo para todo el año (un total de 56.042 millones de euros frente a los 85.900 millones fijados para el ejercicio). Sin embargo, de aquí hasta diciembre también hay que devolver otros 56.000 millones de deuda que vence en los próximos meses.
Esta ha sido la primera subasta de deuda desde que Italia y España bloquearan la cumbre del euro y forzaran un acuerdo para tranquilizar a los mercados, en el que se aprobó que el fondo de rescate permanente pueda recapitalizar directamente a la banca española.
La presión contra la deuda de España se ha intensificado en los últimos días en los mercados financieros y la prima de riesgo, después de unos días por debajo de los 480 puntos básicos, ha vuelto a subir hasta superar de nuevo los 500. Este indicador, que es el sobreprecio exigido a los títulos a 10 años del Tesoro que se intercambian en el mercado de segunda mano una vez emitidos frente a los alemanes, de referencia, ha recuperado la tendencia al alza a medida que los inversores buscaban una mayor rentabilidad en la subasta de hoy.
De hecho, tras llegar a rebasar los 508 puntos básicos en los instantes previos a la operación, la prima de riesgo ha moderado luego levemente su ascenso en un par de puntos. Sin embargo, a partir de mediodía han vuelto las turbulencias y ha llegado a subir con fuerza hasta rebasar los 520 puntos básicos.
Además de los movimientos especulativos previos a la subasta, la deuda sigue padeciendo por las dudas generalizadas sobre el final de la crisis a la espera de que se pongan en marcha los avances pactados el pasado día 28 de junio. Así, los efectos beneficiosos que tuvo el acuerdo europeo alcanzado en la madrugada del pasado jueves apenas duraron unas horas y ya el lunes volvió a aumentar el acoso a los títulos del instituto emisor. "España está cumpliendo sus deberes religiosamente pero tenemos una deuda cuyos intereses nos están aplastando, necesitamos la ayuda de Europa", ha reconocido el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, en Los Desayunos de TVE.
Por otra parte, el Tesoro ha convocado para mañana la quinta subasta de liquidez de este año para las entidades financieras.
En otros países de la zona euro presionados por los mercados, la prima de riesgo se mantiene estable o en bajada. En Portugal caía a 869 puntos tras abrir con 905, en tanto que Italia retrocedía hasta los 438 tras iniciar el día en 481 puntos. Grecia, por su parte, continuaba anclada en los 2.642. Sin embargo, el caso más destacado entre los Estados bajo sospecha está siendo el de Irlanda, que hoy ha vuelto a los mercados tras 18 meses bajo un programa de rescate.
En la operación, Dublín ha logrado vender 500 millones a tres meses. En su caso, a diferencia de España, los inversores han celebrado el regreso con un importante descenso del interés exigido a sus bonos en el mercado secundario y se han conformado con un interés del 1,8% para comprar sus letras. De hecho, su situación, tanto en lo referente a la rentabilidad como en términos de prima de riesgo, es ya mejor que la española. También, el precio de contratar un seguro contra un eventual impago de su deuda es, desde ayer, inferior a lo que cuesta este mismo producto para protegerse contra un default de España. Ambos factores ponen en evidencia la distinta evolución de la confianza en estos dos países.
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