Europa da un consejo sobre austeridad

Los halcones del déficit en Estados Unidos han acusado recibo de las recientes elecciones en Francia y en Grecia. Al igual que los enfadados votantes europeos, los ciudadanos estadounidenses que acudan a las urnas en noviembre tampoco quieren que se les recorten sus beneficios sociales. Un nuevo sondeo indica que la mayoría de estadounidenses puede tolerar un incremento modesto de los impuestos para mantener fuertes las redes de seguridad. Los actuales problemas presupuestarios en Europa también podrían darle algo más de tiempo a Washington para reducir el endeudamiento.

Los políticos estadounidenses son conocidos por hacer caso omiso de los acontecimientos en Europa porque consideran que no son representativos del electorado local. Pero los ciudadanos están diciendo que en los asuntos fiscales existe un vínculo común. Los resultados de una encuesta de la Fundación Peter G. Peterson muestran que los estadounidenses prefieren claramente que se protejan la Seguridad Social y Medicare a que se mantengan unos impuestos muy bajos. Las tres cuartas partes de los que respondieron al sondeo afirmaron que pagarían un punto porcentual más de sus ingresos en impuestos para ayudar a mantener estos programas. Solo una minoría entregaría un 1% de sus beneficios para reducir una deuda nacional cercana a los 11 billones de dólares.

Los resultados indican que los republicanos deberían revisar su firme promesa de no crear nuevos impuestos. Pero los estadounidenses tampoco se están alineando ciegamente con los demócratas. El sondeo reveló un apoyo aplastante tanto al aumento de los impuestos como a la reducción del gasto.

Aunque las elecciones en Francia y en Grecia no han sido buenas para los mercados, podrían ser una bendición para la política de EE UU

Sin embargo, para ralentizar significativamente el endeudamiento estadounidense sin mermar los programas de ayudas sociales, habrá que incrementar los impuestos más agresivamente de lo que quizá le gustaría a la mayoría de los estadounidenses. Casi seguro que será necesario dejar que la era de recortes de impuestos de George W. Bush finalice y habrá que aumentar los tipos entre tres y cinco puntos porcentuales. Las previsiones de la Oficina de Presupuestos del Congreso muestran que eso es lo que se necesita solo para mantener la relación deuda/PIB de 2012 del país de cerca del 73% en el mismo nivel durante la próxima década.

Aunque las recientes elecciones en Francia y en Grecia no han sido buenas para los mercados, podrían ser una bendición oculta para la política de EE UU. Tienen el poder de dar a Washington un margen para elaborar un compromiso presupuestario. Mientras la Unión Europea pase apuros, los bonos del Tesoro estadounidense seguirán siendo unos de los preferidos de los inversores, aunque los déficits sigan aumentando. Y dado que el estancamiento ha sido el sello distintivo de este Congreso, podrían usar a su favor tanto el toque de atención como el tiempo adicional.