La OCDE aconseja a España ajustar la jubilación a la esperanza de vida
También recomienda que el cálculo se haga de toda la vida laboral y no sólo de los últimos 15 años de cotizaciones
La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) recomienda a España vincular de forma automática la edad de jubilación con la esperanza de vida y no sólo elevar esa edad de los 65 a los 67 años como propone el Gobierno en una reforma que este organismo considera inaplazable. Ajustar "la edad de jubilación a la esperanza de vida" permitiría un ajuste automático a la hora de adecuar el sistema de pensiones al envejecimiento de la población, explica Andrés Fuentes, responsable de los informes sobre España en la OCDE.
Un envejecimiento que en España será más acusado que en la mayoría de los otros países de la Unión Europea y que, en lo que respecta a la financiación de las pensiones, se acelerará en torno a 2025 con la llegada a la edad de jubilación de generaciones muy numerosas y la llegada a edad laboral de otras reducidas, destaca Fuentes. Los gastos motivados por el envejecimiento en términos de pensiones y de sanidad se incrementarán en España en 8,5 puntos de Producto Interior Bruto (PIB) en el horizonte de 2060 con respecto a los actuales. Otra sugerencia de la OCDE para la reforma que el Ejecutivo quiere lanzar es que el cálculo de la pensión se haga sobre la base de toda la vida laboral, y no sólo teniendo en cuenta los últimos 15 años de cotizaciones.
En España "hace falta una reforma"
Para el experto del conocido como el Club de los países desarrollados, la acumulación de derechos de pensiones "es excesivamente generosa" en España si se compara con las contribuciones realizadas en forma de cotizaciones. Además, hay pocos incentivos en dirección de los autónomos o los agricultores para acumular derechos de pensiones, ya que los trabajadores de estos colectivos pueden llegar a una pensión mínima con cortos periodos de cotización. Fuentes insiste en que en España "hace falta una reforma" del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, y "no se debería aplazar". "Los superávit actuales no son argumento para retrasar la reforma" porque los cambios "deben introducirse poco a poco", subraya antes de recordar que la OCDE lleva varios años haciendo el mismo tipo de recomendaciones.
A su juicio, la recuperación del empleo en España "es muy deseable" pero aunque el aumento de las tasas de ocupación ayude a financiar las pensiones, "no es un sustituto de la reforma" puesto que aumentar la base de trabajadores mecánicamente significa que más adelante ellos también se jubilarán y habrá que pagar a más. Éste ha sido el efecto producido por la fuerte llegada de inmigrantes en los últimos años, que han podido retrasar los problemas de financiación del sistema de pensiones, pero nunca solucionarlo, ya que su entrada como cotizantes a la Seguridad Social los ha convertido en detentores de derechos de pensión en el futuro.
La OCDE, con motivo de la publicación en junio pasado de su informe bienal sobre las pensiones, instaba a España a desincentivar las jubilaciones anticipadas que gravan el equilibrio del sistema, y advertía de que el incremento del desempleo dificultará a muchos de los actuales parados cubrir el periodo necesario de cotización y mermará sus pensiones. De acuerdo con ese estudio, la población española mayor de 67 años suponía el 26,2% del total, frente al 23,8% en el conjunto de la OCDE y la esperanza de vida al nacer también era más elevada (81,1 años en lugar de 78,9).
El sistema público de pensiones en España absorbía el 8,1% del PIB, comparado con el 7,2% de media en los países de la organización. En la mayoría de los 30 miembros de la OCDE, la edad legal de jubilación es de 65 años (algunos como Estados Unidos, Islandia, Noruega, Dinamarca, Alemania o Reino Unido superan esa cifra o han iniciado reformas para superarla), pero la edad efectiva media a la que se jubilan los trabajadores es de 62 años.
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