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Reportaje:

El arte del engaño

Engañan con su aspecto de buenos chicos. Con lo que hacen, también. David Bestué (1980) y Marc Vives (1978) poseen el don de crear propuestas artísticas con una facilidad pasmosa, como un juego, en las que el espectador entra sin darse cuenta y se queda enganchado a un contenido repleto de guiños y citas. Hace cuatro años unieron sus apellidos y el dúo Bestué / Vives fue jaleado con entusiasmo por la crítica por su frescura y provocación.

Los "chicos maravilla", tal y como los define Ferran Barenblit, director del Centro de Arte Dos de Mayo, los artistas más jóvenes de la colección del Museo Reina Sofía, forman parte de esa generación posfranquista, posdestape, posmovida, que nació con la Constitución, se educó viendo bailar y cantar a los teleñecos de Jim Henson, estudió el bachillerato unificado polivalente y se hinchó a ver cine y a extasiarse ante series de televisión como Twin Peaks. Nacidos en Barcelona, uno en el barrio de Sants, otro en el de La Sagrera, los destinos de Marc Vives y David Bestué se cruzaron en la Escuela de Bellas Artes. Surgieron de una Olla de Grills (olla de grillos), un colectivo loco de artistas con ideas disparatadas. Desgranan su currículo de carrerilla: "Nos conocimos en tercero de carrera. Una profesora nos ofreció hacer un trabajo en Mataró, dentro de una Bienal de Arte Contemporáneo catalán, en 2002, y de ahí posteriormente salió el libro de fotografías Acciones en Mataró, una recopilación del arte efímero que montamos en las calles. A partir de ahí hicimos Acciones en casa y tuvimos éxito, ganamos un Premio Generaciones de Caja Madrid, nos empezaron a pedir cosas y desde 2006 fue un no parar".

"Buscamos siempre el contraste, un punto de montaña rusa"
"Hemos crecido con Internet. Nuestro propósito es enganchar sin aburrir"
"Me gusta la intensidad del momento, lo que sucede ahora y no ocurre nunca más"
Les gusta epatar con frases del tipo "como ya decía Roland Barthes, ni te cases ni te embarques"

Acciones, lo cotidiano llevado al absurdo, fue su motor de arranque. Partieron de intervenciones exteriores, la ciudad, para adentrarse en la intimidad, en la casa, desembocar en el cuerpo y expandirse en Acciones en el universo. Un recorrido visual entroncado con la representación teatral poblada de personajes reales. Hoy los vídeos de Acciones, colgados en Youtube, reciben miles de visitas de internautas. "Fue la primera vez que hacíamos imagen. Hay cierta ingenuidad, cierta baratura de medios, porque teníamos muy poco presupuesto".

Bestué viste de forma tradicional, es simpático, extravertido, hablador. Vives es el contrapunto. Su aspecto es más estudiado, largas patillas, gafas de diseño. Es difícil descubrir quién lleva la voz cantante del dúo. No hay un motor, sino una sincronización perfecta. Preguntarles por sus influencias es entrar en un pozo sin fondo. Son esponjas que absorben todo. En su obra se observan referencias al artista estadounidense Bruce Nauman, a Sophie Calle o al mexicano Gabriel Orozco, pasando por compañeros de Bellas Artes como Miquel Noguera, otro artista inclasificable que practica un tipo de humor "muy catalán" y que recuerda los shows de Pepe Viyuela o Muchachada Nui. "Cuando estudiábamos, veíamos vídeos conceptuales, muy lentos, muy letárgicos. Hemos crecido en la generación de Internet, de la imagen que desprecia la realidad. Con Acciones en casa, nuestro propósito era enganchar a la gente sin aburrirla".

Barenblit argumenta cómo el trabajo de estos chicos ha tenido un impacto fortísimo. "En un momento despegaron y había que estar muy pendientes de lo que estaban haciendo". Así y todo, cuesta definirlos. "La clave de su relevancia es la capacidad de unir muchas referencias en obras muy abiertas que hablan sobre muchas circunstancias vitales, arte y vida. El proyecto que hicimos juntos, La confirmación [ahora forma parte de la colección del Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid], lo define el estribillo de una canción incluida en el montaje, "aprende a bailar sin suelo firme, sin confirmación". Intentan demostrar que lo de que no hay verdades no es cierto, pero hay que luchar por definir los espacios de verdades blandas".

Bestué / Vives practican el arte de lo efímero, algo que es la base de todos sus proyectos. "Es muy importante. Quizá como revulsivo. Veníamos de hacer escultura en Bellas Artes, donde había cierta aceptación hacia lo permanente". "A mí", dice David, "me gusta la intensidad del momento, lo que sucede ahora y no ocurre nunca más". De ahí parte ese desapego a la obra acabada, marca de los chicos. "Lo importante es la actuación en el momento, sabes que es algo que no se podrá repetir, y eso, como espectador, es muy emocionante". Un guiño al dadaísmo, un desprecio por el objeto de forma deliberada. "Significa pensar que lo importante es la fuerza de hacer, más que la fuerza de permanecer. Es más potente resolver la acción en un momento concreto y explicarlo antes que pasar un montón de tiempo para crear un objeto y verlo después".

Aunque no lo parezca, sus Acciones están cargadas de significados culturales. Los Bestué / Vives lo llenan todo de referencias a su infancia, a los parques de atracciones. "El planteamiento es trabajar sobre el espacio, y lo que te viene a la cabeza es la niñez, los juegos, la sala de los espejos del Tibidabo, el túnel de la bruja. Aunque nuestros referentes no solo son artísticos, sino también de cultura popular, hay influencias de cineastas o humoristas, desde la fiesta de la Patum de Berga hasta los Venga Monjas [el humor absurdo de los catalanes Xavi Daura y Esteban Navarro]. Trabajamos para el público y queremos establecer lazos con él, incluso cayendo en la baratura, en lo obscenamente facilón".

En una historieta gráfica, Momentos relevantes de la Cataluña contemporánea (2006), narran en un póster con 49 pequeñas viñetas el poso de su generación poblada por personajes como Montserrat Caballé y los Juegos Olímpicos, el escritor Roberto Bolaño "decidiendo dejar de ser vigilante al camping de La Ballena Alegre", Ricard Bofill "cayéndosele el cubata sobre Bohigas en Bocaccio", o Perejaume en el Liceo reconstruido. Hablan sin prejuicios del negro de Banyoles, del grupo musical Sopa de Cabra, de Julia Otero e incluso de la muerte, pero siempre con humor, con mucha sal y pimienta. Además les gusta epatar con frases del tipo "como ya decía Roland Barthes, ni te cases ni te embarques".

La música en sus instalaciones y vídeos es otra constante. La utilizan como contrapunto de la narración, "son lazos, anzuelos para rebajar tensión yéndonos al lodo. Siempre buscamos el contraste, un punto intelectual, de montaña rusa, esa es la manera de no aburrirnos nosotros ni el público, impedir que se pierdan por el camino".

Tienen una imaginación desbordante. Todo lo aprovechan y todo lo trituran. Acumulan experiencias que se comunican el uno al otro por correo electrónico. Su relación artística es peculiar. No trabajan juntos sino en casos puntuales. Hace unos años montaron un estudio, pero lo acabaron dejando. Cuando van por libre, David Bestué se dedica a su gran pasión, la arquitectura, y a desmenuzar el trabajo de uno de sus maestros, Enric Miralles. "Me interesó averiguar su método, y a fuerza de investigar, de leer como si fuera un Borges loco, lo entendí". Además de un libro sobre Miralles, acaba de publicar un ensayo, Puro formalismo, análisis de lo producido en arquitectura en los últimos cien años en España (editorial Tenov), en el que relaciona el desarrollo de un país con las formas que produce a través de una serie de arquitectos, edificios y situaciones.

En toda carrera hay un punto de inflexión, el del descubrimiento del artista. En el caso de Bestué / Vives vino de la mano del alemán Hans Ulrich Obrist, quien en 2007 invitó a diferentes artistas contemporáneos -Gilbert & George, Roni Horn, Cristina Iglesias, Edi Rama, Paul Chan, Cy Twombly, Tacita Dean, Pedro Reyes o Douglas Gordon- a participar en el homenaje a Federico García Lorca en la Huerta de San Vicente de Granada. Bestué / Vives idearon un diminuto teatro de títeres, basado en la obra El maleficio de la mariposa, instalado bajo la cama de Federico García Lorca. "La idea era que los bichos, los únicos habitantes, contaran la historia de la casa; nos gustó unir los dos terrenos de Lorca, la cultura popular y las vanguardias, el surrealismo. Él era capaz de amar lo ultramoderno sin despreciar lo antiguo, una idea muy nuestra".

Ulrich Obrist fue la clave para su reconocimiento internacional. En 2009 acudieron de su mano a la Bienal de Venecia. Allí presentaron Acciones en casa y Proteo, un vídeo bucle de un minuto sobre un animal que se convierte en persona. Fue un subidón. Más de un millón de personas descubrieron lo que hacían los dos chicos de Barcelona. "Claro que lo hemos notado, ha habido bastante movimiento respecto a nuestro trabajo desde entonces", afirman.

Para Ferran Barenblit, lo que hacen ha tenido un gran impacto en una generación más joven. "Como han tenido una visibilidad notable, han generado muchos seguidores. Ellos son claramente artistas de Barcelona. Tienen las mismas influencias, son continuadores de la línea que se inició en la ciudad desde las vanguardias y que es un cuestionamiento al arte, a su papel, a su sentido".

Ese factor, las raíces en su cultura, está muy presente en sus trabajos. "Siempre hemos tenido muy claro que nuestro lugar está en España, en Barcelona", afirman. Lo que nosotros hacemos es sobre un lugar determinado. Yo no me veo, dice Bestué, ideando un vídeo en inglés o haciendo Acciones en casa en Luxemburgo, porque mis objetos, mi entorno, son lo que son". Para Vives, lo primordial es no perder el sentido de donde vienes. "Mucha gente nos pregunta por qué no estamos viviendo en Nueva York o en Londres, pero aquí conocemos el contexto a nivel mental, simbólico. Necesitamos estar en contacto con el lugar de donde vienen las cosas, y aquí lo sabemos".

Bestué y Vives expusieron su trabajo tan solo una vez en una feria de arte. La obra era un papel-contrato colgado en una pared. En él se estipulaba que en el momento en que alguien se interesara por la pieza ellos mantendrían sexo oral con el comprador. Nadie compró la pieza. Barenblit explica esta anécdota para ilustrar su personal concepto del arte, el de ¿hasta dónde piensas llegar?, ¿crees tanto en el arte para hacer eso solo en nombre del arte? ¿Cuál es el papel del coleccionista? La respuesta se encuentra en la fe de la religión artística. Para Bestué / Vives, el arte "es una manera de explicar cosas que no se pueden transmitir de otra manera. Lo real abordado con un producto que aluda a algo muy intangible". David Bestué asegura que "si hay algo que aprendí viendo museos, es que el arte se repite, es actualizar una serie de emociones que son constantes a lo largo de la historia de la humanidad. Está la idea del amor, de la muerte, de los celos, y eso se encuentra en los artistas del Museo del Prado y en los contemporáneos, o en nosotros. El arte es no tanto explicar la realidad, sino desvelarla. Es algo muy esotérico, hacer visible lo invisible, el amor, el horror. Hay muchos despertares secuenciales", dice. Bestué todavía recuerda el clic que se produjo en su cabeza el día en que descubrió un libro de Sophie Calle. "Me di cuenta de que el arte podía ser un paseo, una actuación...".

Los trabajos de Bestué / Vives engañan por la facilidad que desprenden, pero es un espejismo. Nada de lo que aparece en la imagen es gratuito. Repasan desde el barroco hasta el arte conceptual de los sesenta y setenta o la cultura pop. En Acciones en casa plantean algunas reflexiones inspiradas por Bruce Nauman y Mies van der Rohe, pasando por algún gag de Martes y Trece. El happening, el vodevil, son la marca de la casa en Acciones en el cuerpo. El trabajo del artista conceptual alemán Gregor Schneider y el modo en el que transformó su casa están muy presentes en las Acciones en el universo. Como asegura Barenblit, "ellos reivindican el trabajo íntimo, el low cost, el arte efímero, esa aparente intrascendencia en una micronarración para hablar de muchas cosas trascendentes".

Y si quieren descubrirlos, esté atentos a sus próximos trabajos. El 8 de febrero presentan una exposición individual en el Caixaforum de Barcelona de Acciones en el universo ampliada y más participativa. Tienen en proyecto otra exhibición en el Casal Solleric de Palma de Mallorca para marzo y un taller para bailarines en el Mercat de les Flors de Barcelona. Y guardan también una sorpresa para la próxima edición de Arco, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid.

Lo dicho, engañan.

David Bestué y Marc Vives, disfrazados para un descenso al interior de la Tierra.
David Bestué y Marc Vives, disfrazados para un descenso al interior de la Tierra.LEILA MÉNDEZ

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