Dotcom denuncia el acoso de la industria
El creador de Megaupload preparaba un nuevo servicio de descargas musicales
En las semanas previas a la detención de Kim Dotcom, fundador de la página web Megaupload, su empresa, ahora cerrada por el FBI, preparaba el lanzamiento de un servicio de descargas musicales, bautizado Megabox, que aspiraba a rediseñar el sistema de distribución de canciones. Además, iba a ofrecer a los artistas un beneficio directo por esas descargas, al margen de las productoras y distribuidoras tradicionales. Por esto, según Dotcom, las discográficas urdían represalias contra él.
En diciembre, Dotcom escribió un artículo en la página web Torrentfreak en el que decía: "UMG [Universal Music Group] sabe que vamos a competir con ellos con nuestra propia empresa musical, un sitio que les permitirá a los artistas vender sus creaciones directamente a los consumidores y quedarse un 90% de los beneficios". El FBI no ha aclarado si su investigación la originó una demanda de las discográficas.
Dotcom se halla detenido en Nueva Zelanda, junto a tres asociados, esperando una decisión judicial sobre su extradición a EE UU, donde el Departamento de Justicia ha presentado una demanda de cinco cargos por piratería, asociación criminal y lavado de dinero, penados con entre cinco y 20 años de prisión cada uno.
En su artículo, Dotcom se presenta como un empresario revolucionario asediado por Universal: "En algunos sellos discográficos mandan dinosaurios arrogantes que han estado en este negocio durante 1.000 años. Piensan que un iPad es un tratamiento facial, que Internet es el demonio y que los teléfonos fijos aun son modernos. Están en una fase de rechazo sobre las nuevas oportunidades".
"No se enteran de que la era del timo ya ha pasado. Los artistas están más enterados hoy que nunca sobre cómo se les tima y cómo los grandes sellos sólo velan por sus propios intereses", añade. El FBI investigó a Dotcom y a otros asociados por facilitar la distribución y descarga de copias ilícitas de material protegido por los derechos de autor. Calcula ese cuerpo judicial que originó pérdidas a las empresas del entretenimiento de casi 400 millones.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.