Declara ante el juez el director que prohibió el velo islámico

El director del colegio Novo de Arteixo (A Coruña) que tras prohibir acudir a clases con la cabeza cubierta sancionó a una alumna por llevar velo islámico declaró ayer en un juzgado que investiga la denuncia de los padres de la menor por vejaciones y abuso de autoridad. El responsable del centro, José Luis Fernández Pardo, fue denunciado por la forma abrupta con la que impidió a la pequeña de 12 años, el pasado 22 de junio, último día de clases, entrar en su escuela y asistir a la fiesta de fin de curso bajo el pretexto de que se había decidido su traslado forzoso a otro colegio. El padre de la menor, que hoy cursa ataviada del 'hiyad' "sin tener ningún tipo de problemas" en un instituto primee curso de ESO, reclamó "justicia" por el trato recibido por su hija.

Durante más de dos horas declaró ayer, en calidad de imputado, el director del colegio ante el juez que instruye diligencias previas para determinar si hubo o no abuso de autoridad. El abogado de la familia, Iván Jímenez-Aybar, destacó ayer que es la primera vez en España que un director de un centro escolar "acude por la vía penal" por unos hechos de este tipo, tras la denuncia de los padres de la niña ante la Fiscalía de Menores.

El colegio, tres meses después de comenzar a funcionar hace un año, aprobó un reglamento interno que prohíbe a los alumnos acudir a clase con la cabeza cubierta. Y como consecuencia de esa norma, en febrero , la niña fue sancionada.

Pionero

Tras varias vicisitudes, el expediente disciplinario concluyó finalmente con una expulsión y el traslado forzoso de centro del que la pequeña y sus padres se enteraron cuando el último día de escuela, en junio pasado, el director del centro le negó la entrada.

"La cogió, la echó y le dijo 'aquí mando yo", afirma el abogado. En cuanto a la decisión de prohibir a la alumna usar el velo y luego expulsarla, adoptada con el acuerdo de la Consellería de Educación, hay abierto otro procedimiento judicial, explicó el letrado.

Este caso, el primero que ocurre en Galicia, suscitó una fuerte polémica dado que la prohibición se acordó cuando ya estaba empezado el curso y sin que nadie atendiese los motivos religiosos alegados por la niña, que entonces cursaba sexto curso de primaria, y su familia para establecer una excepción a la regla interna de este colegio.