La Xunta espera una propuesta del Gobierno para suprimir sus embajadas

La invitación realizada esta semana por el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, a las autonomías para que utilicen las dependencias de las embajadas españolas como sede de los servicios y personal con el que cuentan en el exterior abre nuevas posibilidades para el ahorro de fondos públicos. La presencia exterior de la Xunta se limita ahora a la financiación de la oficina de la Fundación Galicia-Europa en Bruselas y a las delegaciones de Buenos Aires y Montevideo. Además, la Xunta y la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) están abriendo oficinas comerciales en diversos países para la internacionalización de las empresas gallegas. Esta iniciativa supone el mayor gasto para las arcas públicas, ya que la Xunta aportará 18 millones de euros esta legislatura para sostenerlas.

El gabinete de Feijóo aportará 745.000 euros a la Fundación Galicia-Europa

Presidencia (responsable de la oficina de Bruselas y de las delegaciones en Latinoamérica) espera que las palabras del ministro se conviertan en una propuesta para decidir si conviene trasladar estas dependencias a la sede de alguna de las embajadas españolas. La oficina de Bruselas tiene como objetivo prioritario dar a Galicia presencia en una ciudad donde se decide el destino de importantes fondos europeos para la comunidad autónoma, mientras que las de Buenos Aires y Montevideo proclaman como prioridad gestionar ayudas y atender a la numerosa comunidad gallega.

En cuanto a los gastos, la contribución económica que la Xunta hará a la Fundación Galicia-Europa en 2012 asciende a 745.000 euros. Aquí se incluyen gastos de la oficina de Bruselas y de la sede central en Santiago. En el caso de las delegaciones en Buenos Aires y Montevideo, hasta ahora no se ha facilitado el coste de los alquileres. La delegación de Buenos Aires fue situada inicialmente en unas dependencias del centro financiero de la ciudad con un coste de más de 20.000 dólares mensuales. La llegada del Ejecutivo de Feijóo supuso el traslado a un edificio más modesto en unas dependencias anexas al Centro Galicia. La Xunta justificó el cambió por el elevado coste aunque nunca aclaró cuál es el importe anual que paga al Centro Galicia.

Los delegados de la Xunta en Argentina y Uruguay reciben cada uno una remuneración anual que ronda los 50.000 euros. Aunque sus funciones son similares, cuentan con perfil distinto, Alejandro López Dobarro, delegado en Buenos Aires, es periodista de formación y trabajaba para el PP en Argentina, mientras que Manuel Barros, responsable en Montevideo, compatibiliza su cargo con su labor empresarial.

Desde la Consellería de Economía e Industria, que aporta los fondos para sostener la red PexGA de oficinas comerciales en el exterior, no se pronuncian sobre la propuesta de García-Margallo. Solo recuerdan que se trata de oficinas comerciales que tienen como meta conseguir 700 nuevas empresas gallegas exportadoras e incrementar en 3.400 millones de euros las ventas al exterior entre 2011-2013. Tal vez sea tarde para ubicar algunas en las embajadas españolas (ya se han abierto oficinas en Buenos Aires, Bógota, Düsseldorf o Moscú) pero podría aprovecharse el ofrecimiento de García-Margallo para las que todavía están pendientes de su apertura.

Aunque Galicia no está entre las comunidades con mayores redes en el exterior, las autonomías cuentan con más de 200 oficinas, con un coste de 150 millones de euros anuales.