Pista libre a esta felina

La primera vez que conocí a Alejandra Alonso fue porque mi agente Eduardo de Eysa me la presentó al terminar una sesión de trabajo. Eduardo la trajo y me preguntó si era posible hacerle unos retratos a aquella pequeña quinceañera. Lo más bonito de mi trabajo es que nunca sabes lo que va a pasar. Es un oficio imprevisible. Cuando empecé a sacar fotos, tuve esa sensación única que solo ocurre cuando una estrella nace. En un segundo, su bello rostro se transformó en una gata felina, en una conexión instantánea con la cámara. Pasaron dos años. Después tuve el placer de volver a trabajar con ella en Puerto Rico, en un reportaje para la edición rusa de Vogue. Estaba ya un poco más formada como modelo, pero todavía retenía su toque natural y sexy y su brillante personalidad. Estoy convencido de que estas cualidades le van a llevar a ser una de las grandes.

Mariano Vivanco es fotógrafo de moda.