Los alcaldes ganan terreno a la noche
Puig da potestad a los municipios para cerrar dos horas antes bares y discotecas - El Ayuntamiento de Barcelona admite que no permitirá 'afters'
La calle con más vida nocturna de Lloret de Mar (Selva) se convirtió este verano en un campo de batalla entre turistas ebrios y Mossos d'Esquadra. Y no pasó ni un día, ni dos. El episodio se repitió varias veces. El alcalde, Romà Codina (CiU), pidió entonces poder cerrar de forma escalonada determinadas discotecas y bares. A partir de hoy, tiene potestad para hacerlo.
El Departamento de Interior, de acuerdo con las entidades que representan a los municipios, aprobó ayer un decreto que permite a los alcaldes cerrar hasta dos horas antes bares y discotecas. Pero con un motivo, aduciendo problemas vecinales o de seguridad. En ambos casos, la medida deberá apoyarse en informes policiales y será obligado comunicarlo a la Dirección General de Policía.
Una patronal de ocio nocturno se queja de "indefensión" ante la Administración
El titular de Interior, Felip Puig; el presidente de la Federación de Municipios de Cataluña (FMC), Manuel Bustos (PSC), y el presidente de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), Miquel Buch (CiU), celebraron ayer en rueda de prensa un pacto "unánime" de todos los implicados. Pero la Federación Catalana de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm), también presente en la mesa de negociación, no está de acuerdo con el incremento de poder de los municipios. "Es una indefensión frente a la Administración", lamentó ayer José Otero, representante de Fecasarm.
Pere Díaz, secretario de la Federación de Organizaciones de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas de Cataluña (Fadiscat), lo ve de otra manera: "Antes tenían la potestad total de cerrar sin límite de horario". Ahora existe una posibilidad intermedia.
La nueva orden, publicada ayer en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, permite también a las discotecas cerrar a las seis de la mañana (una hora más tarde de lo habitual) los fines de semana de fechas señaladas, como Navidad, Semana Santa, verano, Carnaval y festividades locales. En fin de año, da margen hasta las siete y media.
El mismo criterio se aplica a los bares, salas musicales y restaurantes, que podrán cerrar media hora más tarde de lo habitual en esos días. Además, los bares musicales desde ahora pueden abrir cinco horas antes de lo habitual (a mediodía en lugar de a las cinco de la tarde).
Los burdeles (regulados como locales de libre concurrencia donde se ejerce la prostitución) y los afters (establecimientos de régimen especial) mantiene su horario. En cuanto al segundo tipo de locales, el Ayuntamiento de Barcelona admitió ayer que no otorgará ninguna licencia que permita este tipo de locales, legalizados en 2010, con horarios de siete de la mañana a dos de la tarde. "Dadas las condiciones urbanísticas del emplazamiento, parece que en la ciudad de Barcelona no caben los afters", aseguró ayer una portavoz municipal. La normativa establece que no pueden estar a menos de 500 metros de cualquier zona residencial.
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