Francisco Javier Redondo, un policía afable y eficaz
Vestido de paisano, no parecía policía. Pero lo era hasta la médula. El comisario principal Francisco Javier Redondo Zúñiga, que ayer falleció en Madrid a los 59 años, vivía por y para el cuerpo. Un amigo comentó a las puertas del tanatorio: "Murió con las botas puestas, como quería.