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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Sergio Scaglietti, el Miguel Ángel de Ferrari

El carrocero diseñó los grandes modelos de la compañía italiana

Francesco Manetto

Solía decir que los coches hay que hacerlos con las manos y con los ojos. Como las esculturas o los objetos que aspiran a trascender su funcionalidad. Por eso Sergio Scaglietti no fue solo un excelente carrocero, sino que ocupa un lugar destacado entre los grandes del diseño del siglo XX. Sus obras se llaman Testarossa, 250 GTO o Daytona, y son algunos de los modelos más célebres de la factoría de Ferrari en Maranello.

Si hubiese vivido en la Florencia renacentista, con toda probabilidad habría empezado su carrera como aprendiz en el estudio de algún artista, pero a Scaglietti, fallecido el pasado 20 de noviembre a los 91 años, le tocó nacer en Módena después de la I Guerra Mundial, una ciudad en la que dedicarse al motor era una salida casi natural. Esa es la tierra de Lamborghini y Maserati, además de Ferrari, un mundo que supo conciliar el gusto por el lujo y las consignas del PCI, que gobernó durante décadas en esa región (Emilia Romagna) y que supo aprovechar las rachas de bonanza para exportar sus símbolos.

El Testarossa, el Daytona o el 250 GTO son algunas de sus obras

Entre esos iconos se encuentran, sin duda, los diseños de este carrocero que se hizo a sí mismo, ya que con tan solo 13 años, tras la muerte de su padre, entró a trabajar en un taller de chapa y pintura para ayudar en casa. En la posguerra, con los primeros ahorros, logró poner en marcha un negocio propio desde el que, a principios de la década de los cincuenta, comenzó a colaborar con Alfa Romeo y, gracias a la recomendación de un cliente que había quedado muy satisfecho, con la empresa de Enzo Ferrari. Más tarde, el fundador de la escudería decidió adquirir Carrozzeria Scaglietti y asegurarse en exclusiva los servicios de este artesano del aluminio, que se convirtió también en uno de sus mejores amigos. En 2004, la casa de Maranello le dedicó el modelo Gran Turismo 612.

"Es un día triste para Ferrari", declaró tras conocer su fallecimiento Luca di Montezemolo, presidente de la compañía. "Desapareció un compañero de viaje, un hombre que ha unido para siempre su nombre al del Cavallino [el emblema de los vehículos de Ferrari]. Scaglietti deja al mundo la herencia de un artista que ha moldeado con su talento y su trabajo algunos de los momentos más bellos de nuestra historia".

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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