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Merkel y Sarkozy, durante la última cumbre del G-20 / DAVID RAMOS (GETTY)
Hay que distinguir lo urgente de lo fundamental. En estos momentos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la mayoría de líderes europeos, tratan de convencer a la canciller alemana, Angela Merkel, de que afloje las riendas y deje manos libres al Banco Central Europeo (BCE) para que pueda comprar toda la deuda soberana que haga falta.
Uno de los puntos más conflictivos en las relaciones entre Francia y Alemania deriva de las diferentes posiciones que mantienen sobre la participación de la banca en las pérdidas en las futuras crisis de deuda. La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido obstinadamente que los bancos asuman también una parte de las pérdidas.
Jacques Delors, expresidente de la Comisión y principal impulsor del euro, destacó ayer en una entrevista a The Daily Telegraph los fallos fundacionales del euro: "Una combinación de la terquedad de la idea alemana de control monetario y la ausencia de una clara visión de otros países".
Diccionario de los conceptos clave de la jerga comunitaria para poder seguir la decisiva cumbre de los días 8 y 9
Pocas empresas en el mundo reflejan mejor los cambios en el orden económico mundial que las suecas Volvo y Saab. Las dos automovilísticas son emblemas de la industria europea, ambas pertenecían a compañías del imperio en declive, Estados Unidos, y las dos han sido o están a punto de ser salvadas por el imperio en alza: China.
Una mujer cubierta con el niqab (el velo que tapa toda la cara a excepción de los ojos) muestra su dedo índice manchado de tinta, prueba de que ha votado. Así ilustraba este diario en su portada del martes la información sobre las elecciones egipcias.
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