"Obama ayuda a la autoestima de los barrios pobres"
Robert Fitzgerald Diggs (Nueva York, 1969) es uno de los artistas más respetados de la historia del hip-hop. Sus hazañas se estudian en los libros de música popular, pero también en las escuelas de negocios. Escapó de la pobreza de Brooklyn y, tras el pseudónimo de RZA, convirtió al colectivo Wu-Tang Clan en una de las marcas más rentables de la industria discográfica. ¿Una idea de su poder extramusical? Durante un parón de tres años, entre 1997 y 2000, Wu-Tang Clan facturaron 45 millones de dólares con su línea de ropa, vendieron 600.000 copias con un vídeojuego de Kung-Fu y lanzaron un cómic que desbancó a La Patrulla X como el más vendido en EE UU.
Desde hace dos décadas, sus ritmos y rimas han ayudado al gran público a entender la vida de los guetos, antes de que llegaran series de televisión como The Wire. Hoy RZA es un respetado compositor de Hollywood, conocido sobre todo por su trabajo en la banda sonora de la saga Kill Bill, el mayor taquillazo de Quentin Tarantino. Como una verdadera leyenda viva pasó por Madrid para participar en la Red Bull Music Academy.
"Las grandes empresas empiezan a oprimir a la América blanca"
Autor de la banda sonora de 'Kill Bill', ha centrado su carrera en el cine
Pregunta. En los últimos meses raperos famosos como Kanye West o Jay-Z han mostrado su apoyo al movimiento Ocupa Wall Street. ¿Cuál es su postura?
Respuesta. No soy un hombre político, sino espiritual, pero apoyo las protestas. Vengo de la América negra, una comunidad que se pasó los años sesenta y setenta luchando por los derechos civiles. Es bueno saber que los caucásicos también saben dar batalla cuando son desposeídos. Las grandes empresas son tan codiciosas que han empezado a oprimir a la América blanca.
P. ¿Está mejorando Obama la vida en los barrios pobres?
R. No puedo decir que sí, pero ha elevado el nivel de autoestima. Antes flotaba la idea de que si intentabas convertirte en un líder acabarías muerto como Marthin Luther King o Malcolm X. Obama ayuda porque las representaciones de los negros en los medios siguen siendo negativas. La historia no se cuenta como es debido.
P. ¿Cómo habría que hacerlo?
R. Anteayer le explicaba a mi hija de 12 años el significado del Día de Acción de Gracias. Se celebra que los nativos americanos ayudaron a los colonos blancos a sobrevivir en el Nuevo Mundo. Poco más tarde, esos recién llegados trataron de exterminarlos para quedarse con sus tierras. Lo mismo en África y Sudamérica. Los colonizadores encontraron pueblos que les ofrecían comida y cobijo. El hombre blanco les quitó lo que tenían, matando a millones. En 2011 ese hecho no se estudia en los colegios de Estados Unidos. Mi hija se echó a llorar. No se lo creía.
P. Gran parte del público de Wu-Tang Clan son adolescentes blancos de clase media y alta. ¿Es una contradicción?
R. Al principio, nuestro público era del gueto. Luego llegaron los niños blancos, que disfrutan nuestras canciones como quien se engancha a la saga de El padrino. También teníamos un elemento salvaje, de diversión extrema, sobre todo con miembros como Method Man y Ol' Dirty Bastard. No somos solo un reflejo de la vida en los barrios pobres. El disco Wu-Tang Forever (1997), uno de los más vendidos, tenía ya un discurso muy espiritual.
P. Muchos medios musicales señalan al colectivo The Odd Future como sus sucesores. ¿Qué opinión tiene de ellos?
R. No creo que den la talla, pero son jóvenes y pueden mejorar. Wu-Tang Clan éramos hombres buscando superarse y aprender. The Odd Future disfrutan haciendo el cafre, faltando al respeto y torturando animales. No conocen su lugar en el mundo. Me encantaría que mejorasen porque vienen de los barrios más extremos de Los Ángeles. Allí la pobreza es mucho más dura que en Nueva York.
P. ¿Por qué es distinta?
R. Harlem siempre ha sido uno de los barrios más hostiles de Estados Unidos, pero en sus peores momentos había puestos de libros. Podías salir a dar un paseo y comprar memorias de los Panteras Negras o cursos de ajedrez escritos por un maestro ruso. La figura de Malcolm X está siempre presente. Los Ángeles tiene una cultura de pandillas. Un negro pobre de Nueva York se preocupa por comer y pagar la calefacción. En California tienen que vigilar si les van a meter un tiro en la cabeza. La situación ha mejorado desde finales de los noventa, gracias a las treguas y a la información que han movido los discos de hip-hop. Pero siguen estando peor.
Babelia
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