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Sobredosis de austeridad

Con el plan anunciado ayer, la Generalitat lleva ya cuatro programas de austeridad para ahorrar 6.250 millones; cinco si se incluye también el plan de privatizaciones de 1.850 millones que el Ejecutivo catalán anunció en junio para calmar a los mercados. La dosis de austeridad superará, pues, los 8.000 millones en apenas cuatro años.

Esa medicina se aplicó primero a la inversión en obra pública y luego llegó al sueldo de los empleados públicos. En un contexto de recesión, esos dos planes no fueron suficientes para reducir el déficit público, que creció hasta el 4,2% del producto interior bruto (PIB) catalán.

Tras llegar al poder, el Gobierno de CiU traspasó las líneas rojas del tripartito y extendió el tijeretazo a la sanidad, la educación, los servicios sociales y la innovación. Ahora, ante un crecimiento económico anémico que se dirige a la recesión, entre otras cosas por los recortes, Mas ha optado por otro plan de austeridad para 2012.

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Los cuatro planes de austeridad anunciados hasta ahora, junto con el plan de privatizaciones, suman 8.100 millones de euros. Estas son las principales medidas que ha adoptado Cataluña en los últimos cuatro años.

- Recortes en las obras públicas (2009). El primer plan de ajuste en Cataluña se anunció en junio de 2009, cuando el entonces consejero de Economía, Antoni Castells, constató que durante los primeros meses del año la crisis había hecho ya mella en los ingresos de la Generalitat. Ese plan suponía un ahorro de 900 millones, que procedían sobre todo de la postergación de varias obras públicas, entre ellas algunos tramos de la línea 9 del metro. El Gobierno tripartito, además, recortó 50 millones de euros en los gastos de personal mediante la decisión de no cubrir ninguna vacante de funcionario.

- Subidas de impuestos (2010). El segundo plan de austeridad del Gobierno tripartito coincidió con el que lanzó el Ejecutivo central e incluyó una rebaja del 5% del salario de todos los empleados públicos. En total, ese plan debía servir para ahorrar 1.670 millones de euros y contribuir a cerrar el año con un déficit del 2,4%, que, finalmente, se desbordó hasta el 4,2% del PIB. En esa ocasión, el Ejecutivo de José Montilla puso énfasis en la subida del IRPF en el tramo autonómico para rentas de más de 120.000 euros. Incluso se creó un nuevo tramo para quienes percibieran más de 175.000 euros anuales.

- El gran recorte (2011). El déficit público catalán se había disparado en 2010 hasta el 4,2% del PIB, casi el doble de los objetivos comprometidos con Madrid y Bruselas. El Gobierno catalán decidió entonces acometer un tijeretazo del 10% en los Presupuestos. Ese recorte castigaba sobre todo la inversión en infraestructuras y medio ambiente, pero también suponía un recorte del 10% en políticas de bienestar, del 7,4% en educación y del 6,5% en salud respecto al presupuesto de 2010.

- La Generalitat responde a los mercados (2011). La agencia de calificación de riesgos Moody's advirtió al Gobierno de Mas que Cataluña ponía en riesgo los objetivos fiscales del Estado. El Ejecutivo de CiU enseguida decidió calmarlos: reunió a los principales inversores internacionales y, a través de una videoconferencia, anunció un plan de privatizaciones para ingresar 1.850 millones de euros. El plan pasa por vender edificios y empresas públicas.

- Copago y rebaja de sueldos de los empleados públicos (2012). Mas anunció ayer un nuevo paquete de medidas que combina rebajas en las retribuciones de los funcionarios y subidas de las tasas y precios públicos en universidades, agua y transporte público con el céntimo sanitario. Con ello, espera ahorrar 1.000 millones de euros más.

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