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Miguel Hernández, a la caja fuerte

El PP de Elche rompe el convenio que aseguraba el legado del poeta - La familia guarda en un banco los 5.000 documentos hasta que la justicia resuelva el conflicto

El legado del poeta Miguel Hernández, 250 cajas con más de 5.000 documentos (cartas, manuscritos, libros y algunas pinturas) anida en el ostracismo más absoluto. El nuevo Ayuntamiento de Elche (Alicante), gobernado ahora por el PP, rescinde el convenio suscrito el año pasado con los herederos argumentando motivos económicos, y desprotege el legado del paraguas de una institución pública. La familia del poeta empezó ayer a trasladar este legado a una caja fuerte de un banco para su custodia hasta que los tribunales se pronuncien.

"Es un día triste", admitió Lucía Izquierdo, nuera del poeta, que rebatió los argumentos del Ayuntamiento de falta de liquidez. "Nos obligan a llevárnoslo porque no han pagado lo acordado", se lamentó Izquierdo, que cifró en 84.000 euros anuales la cantidad que debería recibir la familia. Su abogado, Carlos Candela, recordó que esta cifra supone el sueldo de un asesor de alcaldía, y que las cantidades que maneja el Ayuntamiento "no son reales y no figuran por ninguna parte". En cambio, el Gobierno municipal eleva a tres millones de euros la cantidad que debería cobrar la familia en los próximos 20 años.

Rovira: "No es un tema económico, es una decisión política lamentable"
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El concejal de Cultura de Elche, Pablo Ruz (PP), que lamentó ayer la retirada del legado, reiteró la "incapacidad" económica del consistorio para afrontar el pago de tres millones. El convenio, suscrito con el anterior alcalde, el socialista Alejandro Soler, comprometía unos ingresos mínimos (de unos 150.000 euros anuales) y el resto en función de las ganancias obtenidas con la puesta en marcha de una fundación y un museo del poeta. Para el Ayuntamiento, con un presupuesto que ronda los 250 millones de euros anuales, el cumplimiento del acuerdo con la familia del poeta supondría un 0,68% de esa cantidad. "No es un tema económico, es una decisión política", denunció el catedrático de Literatura y excomisario del Año Miguel Hernández, José Carlos Rovira, que acudió para apoyar a la familia. "Es un desprecio hacia el poeta, y es lamentable que el nuevo Ayuntamiento ni tan siquiera se haya reunido con los herederos para intentar negociar", se quejó Rovira.

Los familiares de Miguel Hernández empezaron ayer la ardua labor de supervisión de todos los documentos del legado para su posterior traslado a la caja fuerte de una entidad bancaria, que no quisieron revelar por cuestiones de seguridad, para su custodia hasta que se diriman las cuestiones judiciales. La familia presentará una demanda ante el juez contra el Ayuntamiento de Elche por incumplimiento del contrato y por daños morales por parte de algunos ediles del PP.

El legado ha estado en Elche los últimos 27 años desde que Josefina Manresa, viuda del poeta, lo entregara a sus legítimos herederos. El año pasado, con motivo de la conmemoración del centenario del nacimiento del poeta, el Ayuntamiento de esa localidad, gobernado entonces por los socialistas, el de Orihuela, en manos del PP, y la propia Diputación de Alicante, mantuvieron un pulso por su custodia, ya que en plena campaña electoral los políticos del PP pretendían erigirse como los guardianes de la memoria del autor, condenado a muerte por el franquismo. Ahora nadie lo quiere, y el PP le da la espalda. "Es un daño irreparable el que hacen al poeta, ahora se paralizan todas las actividades previstas y cualquier investigación", dijo Izquierdo.

El portavoz socialista en la Diputación y exalcalde Alejandro Soler tildó de "error histórico" la pérdida de este legado, consecuencia de "un Gobierno de bajo perfil intelectual, cultural y moral". La nueva alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, del PP, en sus pocos meses en el cargo, ya ha adoptado varias decisiones polémicas y en la misma dirección; le dedicó una calle al último alcalde franquista y le quitó el nombre de Pasionaria a un jardín público.

Miguel Hernández, agachado, con otros milicianos, hacia 1937.
Miguel Hernández, agachado, con otros milicianos, hacia 1937.ARCHIVO FAMILIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

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