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Los republicanos intentan anular el efecto de Univisión en el voto hispano

Los candidatos amenazan con boicotear a la cadena por un reportaje polémico

Antonio Caño

Varios candidatos republicanos han amenazado con boicotear el canal de televisión Univisión, el más importante en español de Estados Unidos, como respuesta a un conflicto que afecta al senador republicano de Florida Marco Rubio, y en el que está en juego la orientación del voto de la comunidad hispana con vistas a las elecciones de 2012.

Si ese voto no fuera tan decisivo y si Univisión no tuviera la influencia de la que goza entre ese colectivo, este episodio no habría alcanzado nunca la trascendencia que ha tenido. Este asunto se ha convertido en un problema central de la campaña electoral porque los republicanos entienden que va a ser imposible que ninguno de sus candidatos alcance la presidencia sin un respaldo sustancial entre los hispanos, y consideran a Univisión un obstáculo para alcanzar este objetivo.

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El caso se remonta a julio pasado, cuando Univisión emitió un reportaje sobre el cuñado de Rubio en el que desvelaba que había sido condenado en 1989 por tráfico de marihuana y cocaína. Rubio nunca había sido un gran amigo de Univisión y siempre se había resistido a comparecer en el canal por rechazo a la línea informativa de ese medio, que defiende la necesidad de una reforma migratoria que cree un marco para la legalización de los indocumentados.

El diario The Miami Herald, que se edita en la ciudad en la que Univisión tiene su base, informó la pasada semana que el canal le había ofrecido a Rubio suavizar o corregir el reportaje sobre su cuñado a cambio de que participase en su principal programa de debate político, Al punto, que dirige Jorge Ramos. Varias fuentes de alta responsabilidad en el canal han negado rotundamente esa supuesta transacción. Univisión habló con el Partido Republicano a requerimiento de este, en presencia de abogados y dejando claro que no aceptaría chantajes. La información del Herald fue suficiente, no obstante, para que los candidatos presidenciales republicanos amenazaran con no acudir a un debate electoral previsto para el 29 de enero, dos días antes de las primarias republicanas de Florida, si ese medio no rectifica su información sobre el pariente de Rubio y destituye a su presidente de noticias, Isaac Lee.

Univisión, como sus dirigentes han explicado a EL PAÍS, no está dispuesta a rectificar porque respalda la solvencia del reportaje, elaborado por Gerardo Reyes, un profesional con más de 20 años de experiencia y un Premio Pulitzer a sus espaldas, y no cree que los partidos políticos deban decidir sobre los contenidos informativos de las televisiones. Y, si este pulso se mantiene, Univisión va a perder un debate de modesta audiencia, que se realizaría solo en el canal de su competencia, Tele Mundo, pero los republicanos van a perder el medio de más seguimiento entre los hispanos.

Se calcula que más del 90% de esa comunidad ve los programas de Univisión. Su audiencia promedio se acerca a los cuatro millones de espectadores y, en algunas ocasiones, sobrepasa a la de los cuatro grandes canales en inglés, ABC, CBS, NBC y Fox.

En ese gesto de solidaridad de los republicanos con Rubio se esconden dos motivos, ambos relacionados con la importancia del voto hispano. Rubio, hijo de un refugiado cubano, es el único dirigente republicano relevante de origen hispano. Su papel, en calidad de tal, es tan importante que frecuentemente se le menciona como seguro candidato a la vicepresidencia con cualquiera que gane las primarias, aunque él lo ha negado. Manchar la imagen de Rubio equivale, por tanto, para los republicanos a perder su única baza de penetración en la comunidad latina.

El segundo motivo de esta presión es la posición de Univisión, y especialmente de su principal presentador, Ramos, respecto al asunto de la inmigración. Aunque en su programa, por el que pasan políticos y periodistas diversos, entre otros este corresponsal, se recogen argumentos de uno y otro signo ideológico, Ramos se hace eco con frecuencia de la aspiración de los hispanos a una nueva ley migratoria.

[El Subforo de Medios del Foro Iberoamérica (en el que participan Reforma, Clarín, La Nación, El Tiempo, O Globo y EL PAÍS) ha emitido un comunicado en el que expresa su "profunda preocupación" por los hechos. "EE UU es un país que considera el derecho a la libertad de expresión y la libertad de prensa de la Primera Enmienda como el pilar fundamental de su democracia; sin embargo, durante la semana pasada, esta libertad ha sido puesta en peligro", explica el comunicado. "Instamos [a los republicanos] a reconsiderar su actitud. Esto (...) beneficiaría a los ciudadanos a los que desean representar, especialmente a los millones de ciudadanos hispanos", concluye el texto del Subforo de Medios, que tiene previsto reunirse en noviembre en Río de Janeiro].

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