Salud maquillará las listas de espera en tres intervenciones quirúrgicas

La contabilidad creativa ha llegado a la sanidad pública catalana. El Departamento de Salud, que dirige Boi Ruiz, aprobará antes de fin de año un nuevo sistema para gestionar las listas de espera quirúrgicas que permitirá maquillar los datos en tres de las intervenciones más comunes y con mayor impacto en la calidad de vida de enfermos y familias: cataratas y prótesis de rodilla y cadera.

El objetivo es simular que los pacientes de estas patologías son operados en menos de seis meses desde que el médico les prescribe la intervención, tal como establece un decreto del Ministerio de Sanidad de obligado cumplimiento para la Generalitat. El nuevo modelo hace más estrictos las condiciones que debe cumplir el enfermo para que el médico pueda incluirlo en la lista de espera. Como el criterio más importante a tener en cuenta es lo avanzada que está la enfermedad, en la práctica el sistema tiene el efecto de retrasar la entrada del paciente en la lista. Y mientras esto no ocurre, el enfermo permanece en una especie de limbo, a la espera que la dolencia vaya agravándose hasta sumar los puntos necesarios para entrar en la lista de espera.

La relevancia del cambio queda reflejada en los datos que ofreció el propio consejero el pasado lunes: los 23.742 enfermos incluidos el 30 de junio en lista de espera de cataratas pasarían a ser solo 9.575 con los nuevos criterios. El 60% de estos pacientes quedarían excluidos de la nueva lista y, por tanto, perderían la garantía de ser intervenidos en seis meses de plazo.

En cuanto a las operaciones de prótesis, el 30 de junio 6.542 personas se hallaban esperando una de rodilla y 2.634 una de cadera. Con el nuevo sistema, los pacientes incluidos en lista de espera serían 6.089 para prótesis de rodilla (el 6,9% menos) y 2.041 para la de cadera (el 22,5% menos). Estos cálculos son del propio Departamento de Salud.

La introducción de un paciente en la lista de espera, que debe hacerse en el momento en que el médico prescribe la intervención, es igual en todas las comunidades y está regulada por el Ministerio de Sanidad. La Comunidad de Madrid ya fue expulsada del cómputo nacional por retrasar la inclusión en la lista del enfermo hasta que fuera visto por el anestesista, prácticamente el último paso antes del quirófano.

El mecanismo del Gobierno catalán para maquillar la lista es algo más sutil, ya que se limita a endurecer los criterios para que el médico pueda incluir a un paciente en la lista de espera. Pero este sistema rompe igualmente el consenso alcanzado por todas las comunidades autónomas, en el seno del Consejo Interterritorial de Sanidad, consistente en contabilizar de la misma forma la gestión de las listas de espera para disponer de datos equiparables en todo el país.En el caso de las cataratas, por ejemplo, ahora basta con que un médico considere que un paciente sufre esta dolencia para que sea incluido en la lista de espera. En el futuro, el enfermo catalán deberá sumar 50 puntos de una escala que pondera varias circunstancias (si tienen personas a su cargo, si trabaja, si alguien le puede cuidar...), además de la gravedad de la propia enfermedad. "Hasta ahora utilizábamos esta escala para fijar a quién operábamos primero, pero en ningún caso se excluía a nadie de la lista de espera. Es un grave paso atrás", criticó ayer el jefe de servicio de un hospital de la sanidad pública catalana.

Salud, por su parte, defendió la necesidad de establecer un "sistema para priorizar a quién se opera primero y en el tiempo garantizado a quienes más lo necesitan". "No significa que a los demás no se les vaya a operar", añadió este portavoz. Marina Geli, consejera de Salud con el tripartito, advirtió de que "estos cambios esconden bajo el manto del criterio clínico una herramienta para manipular a su antojo las listas de espera". "Se atenderá a los enfermos cada vez más tarde, ya que hasta su inclusión en la lista será como si no existieran", precisó.

La operación de maquillaje en estas tres operaciones permite a la Generalitat superar el escollo legal que suponía el decreto del Ministerio de Sanidad que establece un plazo máximo de seis meses en el que debe operarse a los enfermos de cataratas, prótesis de rodilla y cadera, además de los que requieran una intervención cardiaca vascular o coronaria. Para estas últimas, Salud se compromete a garantizar un plazo máximo de dos meses, algo que la sanidad catalana ya cumplía.