La rebelión de las aulas manchegas
J. A. AUNIÓN | Madrid
Durante la primera semana de clase, los alumnos del instituto público Condestable, de Illescas, al norte de la provincia de Toledo, entraban a clase sin saber qué materia iban a dar. Era una sorpresa; llegaba el profesor y les decía: ahora Lengua. O Matemáticas. O Inglés. La razón es que las órdenes de la Consejería de Educación, aumentando las horas lectivas y reduciendo los profesores.