La UE no logra superar su división sobre el reconocimiento del Estado palestino
Los Veintisiete fracasaron ayer en su intento por superar la división que provoca en sus filas el reconocimiento del Estado palestino, que se debatirá este mes en Naciones Unidas. La tarea no era fácil. Algunos países, como Alemania, Holanda, República Checa o Italia se han alineado con la posición de Israel, que asegura que un espaldarazo internacional a la iniciativa palestina podría provocar un nuevo estallido de violencia; mientras que otros, como España, Bélgica, Suecia, Irlanda o Portugal sostienen que hay que apoyar al presidente palestino, Mahmud Abbas, para evitar una nueva frustración en Gaza y Cisjordania.
La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, intentó minimizar el fiasco alegando que la reunión que concluirá hoy en el balneario polaco de Sopot tenía carácter informal, por lo que no estaba previsto adoptar ninguna decisión. Haciendo de la necesidad virtud, subrayó que todos habían expresado "su deseo y voluntad de trabajar por lograr una posición común". Es decir, que dicha posición no existe. Ya a su llegada, el jefe de la diplomacia holandesa, Uri Rosenthal, reiteró su oposición a "cualquier medida de carácter unilateral" en referencia a la declaración del Estado palestino. En lo único en lo que todos estuvieron de acuerdo es en instar a las partes a volver cuanto antes a la mesa de negociación.
También la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Asthon, intentó restar importancia a la falta de acuerdo con el argumento de que aún no se conoce el texto de la resolución que la parte palestina someterá a la Asamblea General de la ONU, por lo que no es posible pronunciarse sobre la misma. Lo cierto es que Asthon acaba de regresar de la región, donde se ha reunido con las máximas autoridades israelíes y palestinas, por lo que conoce de primera mano sus intenciones. También ha viajado recientemente a la zona el jefe de la diplomacia noruega, Jonas Gahr Store, quien se unió a los debates en su calidad de presidente del Comité de Donantes de Palestina, del que la Unión es el principal contribuyente. Y es que a la UE le resulta más fácil dar apoyo económico que político.
Fuentes diplomáticas se muestran convencidas de que la negociación continuará hasta el último minuto en Nueva York. Está previsto que Abbas presente su propuesta el próximo día 20, aunque la votación podría retrasarse hasta octubre. El ingreso del Estado palestino como miembro de pleno derecho de la ONU será rechazado por el Consejo de Seguridad, gracias al veto de EE UU, pero la Asamblea General le otorgará el estatuto de Estado observador. Para convencer a los socios más reticentes, España sostiene que reconocer a Palestina como Estado observador no supone necesariamente reconocerla como Estado, por contradictorio que resulte.
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