Los reveses del kirchnerismo dan alas a la oposición
Las derrotas electorales en Buenos Aires y Santa Fe agitan la carrera presidencial
La vigorosa victoria de Mauricio Macri en las elecciones para la ciudad de Buenos Aires, con 28 puntos de diferencia sobre el candidato kirchnerista Daniel Filmus (64,2% frente a 35,75%), alienta las esperanzas de la oposición en su conjunto, no de ganar en primera vuelta a Cristina Fernández de Kirchner, algo por ahora fuera de su alcance, según los sondeos de opinión, pero sí de provocar una segunda ronda más propicia para la sorpresa.
La campaña de Macri, basada en una imagen de moderación que proclama, al menos formalmente, las virtudes del diálogo, ha tenido, además, un efecto secundario: el bloque kirchnerista parece haber bajado algo su tono agresivo. La presidenta telefoneó a Macri para felicitarle, algo nada habitual, y Daniel Filmus pronunció un discurso de despedida prometiendo analizar los errores cometidos.
Todos los esfuerzos se dirigen ahora a las elecciones en la provincia de Córdoba el próximo domingo y, sobre todo, al ensayo general "de gala" que se celebrará el próximo 14 de agosto: unas inéditas elecciones primarias, obligatorias y simultáneas en todo el país. En teoría, las primarias fueron introducidas por el kirchnerismo para obligar a cada partido a anunciar sus coaliciones y a someter la elección de candidatos a sus militantes y simpatizantes. De paso, se elimina de la auténtica elección a pequeños grupos que no logren reunir un mínimo de votos.
En la práctica, la gran mayoría de los grupos han llegado a acuerdos internos previos, de forma que acudirán a las primarias con candidatos únicos. Eso hará que el 14 de agosto se convierta en una especie de macroencuesta, que marcará las tendencias. Cristina Fernández de Kirchner buscará superar el 40% del voto emitido (indicación de que podría ganar en primera vuelta), mientras que, en la oposición, la pelea se centrará en saber quién queda segundo en esa insólita encuesta y a cuántos puntos de diferencia. Los dos candidatos con más posibilidades son dos "clásicos" de la política argentina: el radical Ricardo Alfonsín y el peronista Eduardo Duhalde, enemigo frontal del peronismo kirchnerista.
Los candidatos no pueden pagar publicidad en radios y cadenas de televisión pero disponen de espacios gratuitos, concedidos por la Junta Electoral. En el anuncio de Cristina Fernández, la presidenta aparece unos segundos vestida de blanco, por primera vez sin el luto que lleva desde la muerte de su marido, el expresidente Néstor Kirchner, en octubre del año pasado.
El resultado de Buenos Aires, una ciudad con tradición antiperonista, no implica necesariamente un recorte en las expectativas de Cristina Fernández (que ganó en 2007 en primera vuelta, pese a obtener solo el 23,7% del voto de la capital), porque lo que realmente importa, explica la analista Graciela Romer, es que ninguno de sus competidores es capaz, por el momento, de acercarse a menos de diez puntos, como exigiría la ley para forzar la segunda ronda.
Aun así, la mayoría de comentaristas señalan que el abultado resultado en la ciudad de Buenos Aires permite un importante cambio de clima, porque alienta a nivel nacional la percepción de que no todo está ya decidido.
La duda es saber dónde irá el llamado "voto Macri". El propio interesado reconoció que el apoyo recibido en Buenos Aires o en Santa Fe (donde su candidato quedó, inesperadamente, en segundo lugar) no es "propiedad del PRO" (Propuesta Republicana, el partido que preside), sino "un voto independiente", de centro-derecha. Macri anunció que se entrevistará con todos los candidatos presidenciales. "Reunirse no significa llegar a acuerdos electorales", precisó, lo que hace suponer que no apoyará a un candidato concreto en las primarias y que solo se replanteará la situación a la vista de los resultados del 14 de agosto.
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