La reunión entre municipios en quiebra y la Generalitat acaba sin propuestas
La deuda de los Ayuntamientos afectados alcanza el 106% de sus ingresos
La Generalitat se reunió ayer con casi medio centenar de municipios catalanes que se encuentran con el agua al cuello. Son localidades de entre 5.000 y 75.000 habitantes que pasan dificultades económicas graves e incluso algunas se han declarado en quiebra técnica, es decir, incapaces de hacer frente a las deudas y facturas que tienen por pagar.
La reunión, que duró tres horas, contó con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno Joana Ortega y de directivos del Departamento de Economía. Entre los municipios asistentes estaban los de Cunit, Sitges, Tossa de Mar, Moià Mollerussa, Igualada, Sant Feliu de Codines, Gironella, Teià, Premià de Mar, Argentona y Sant Andreu de Llavaneres. En total, más de 40 municipios que tienen una ratio de endeudamiento medio del 106% de sus ingresos, según fuentes de la Generalitat. El máximo permitido hata ahora era del 110%, pero para 2011 se ha bajado al 75%. La media catalana está alrededor del 40%.
Bustos acusa al Ejecutivo de señalar a los alcaldes en situación delicada
Los Ayuntamientos salieron del encuentro con un sentimiento común positivo. "La Generalitat es consciente de nuestra situación y nos apoyará. Esto nos deja más tranquilos". La situación de cada uno de los municipios que asistieron es diferente y, de hecho, "algunos no están tan mal como se podría pensar", apuntó un edil presente en la reunión.
Pero los que están más contra las cuerdas salieron desencantados de la reunión, ya que no se encontraron con una lista de soluciones que puedan ayudarles a salir del pozo. "Nos han dicho cosas muy obvias, de sentido común, como lo imporante que es ahorrar o que no podemos gastar más de lo que ingresamos. Eso lo sabe cualquiera", afirmó otro edil, que destacó la predisposición y la buena voluntad a colaborar con los municipios que ha mostrado el Ejecutivo catalán. Algunos asistentes también valoraron la reunión como una primera toma de contacto, pero son conscientes de que "cada municipio es un mundo, con su propia problemática, así que habrá que resolverse cada situación en reuniones individualizadas".
Fuentes de la Generalitat apuntaron que la intención de la convocatoria marcar unas pautas en cuestiones de reducción del gasto, pero dejaron claro que "no se van a dar cheques ni se premiará a los Ayuntamientos que no han hecho los deberes".
Por su parte, ayer la Federación de Municipios de Cataluña (FMC) acusó a la Generalitat de señalar a los 40 municipios catalanes que están al borde de la quiebra. El presidente de la federación municipalista, el socialista Manuel Bustos, se mostró molesto porque el Gobierno no avisó a la FMC de la convocatoria, cosa que el Ejecutivo negó señalando que la reunión era conocida por las dos entidades municipalistas, la FMC y la Asociación de Municipios de Cataluña.
Bustos también indicó que algunos alcaldes se han molestado por las formas del Gobierno catalán. "Hay desconcierto", certificó el representante municipalista, que insinuó que hubo arbitrariedad en la convocatoria.
Bustos analizó los problemas económicos de los Consistorios y la "tensión presupuestaria extraordinaria" a la que se ven sometidas las cuentas locales. Por una parte, señaló los 745 millones que exige el Estado a los municipios tras la liquidación; por otra, denunció que la Generalitat no cumple sus compromisos con los Ayuntamientos. La FMC ha realizado un muestreo entre 30 municipios (de 947), a los que el Gobierno catalán debe 63 millones de euros. "La Generalitat no liquida sus deudas con los Ayuntamientos en el plazo previsto".
Gobernación se ha comprometido a liquidar este año la deuda con los municipios, que asciende a 110 millones de euros, provenientes del Fondo de Cooperación Local y del Plan Único de Obras y Servicios.
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