El fiscal interroga a la camarera del 'caso DSK' por la grabación donde hablaba de dinero

Después de haber contado detalladamente a la prensa su versión de los hechos ocurridos en el hotel Sofitel de Nueva York el 14 de mayo, Nafissatou Diallo, la limpiadora que denunció al político francés Dominique Strauss-Kahn por agresión sexual, fue llamada ayer a declarar por la fiscalía de Manhattan. Tras un encuentro de ocho horas de duración, su abogado, Kenneth Thompson, manifesto que Diallo "tiene derecho a emprender su propia acción judicial" civil, en demanda de daños y perjuicios, informa France Presse.

Durante la declaración se reprodujo la grabación de la conversación telefónica que Diallo mantuvo al día siguiente de los hechos con un amigo preso en Arizona. La frase "este tío tiene mucha pasta, sé lo que me hago", supuestamente pronunciada por Diallo en referencia a DSK, fue el origen de las dudas que los abogados de este sembraron sobre la camarera. Thompson se encargó de dejar claro ayer que su defendida "jamás pronunció esas palabras", que le fueron atribuidas en su día por el diario The New York Times citando una traducción -que luego se reveló imprecisa- de la llamada.

Los fiscales acordaron el martes con los abogados de ambas partes posponer la fecha de la próxima audiencia formal, en que comparecerá DSK, del 1 al 23 de agosto. Los abogados de Strauss-Kahn, William Taylor y Benjamin Brafman, dijeron en un comunicado: "Esperamos que durante ese periodo, el fiscal tome las decisiones necesarias para desestimar los cargos". Esa ha sido su petición desde que se presentaron los cargos, enfatizada desde que los fiscales admitieron que habían encontrado contradicciones en el relato de Diallo, además de la citada frase. Entonces, el político quedó libre del arresto domiciliario.

Desde el domingo, Diallo ha concedido dos entrevistas, en las que ha contado la agresión y se quejó: "Por su culpa me llaman prostituta. Quiero que vaya a la cárcel". Los detalles que dio Diallo coinciden con pruebas cruciales que obran en poder de la fiscalía, como los tiempos de uso de las tarjetas para acceder a la habitación del político y los restos de semen hallados en la moqueta.