Un desahucio acaba con 34 denunciados y 10 heridos en Barcelona

"Esto es una vergüenza", lamentaron ayer Verónica y Eliseo después de que los Mossos d'Esquadra abrieran paso a la comitiva judicial con una orden de desahucio. La familia tuvo que salir a la fuerza del piso que habitaba desde hacía 26 años en Barcelona. El dueño del piso les actualizó la renta hace más de tres, y la pareja, con tres hijos, se niega a pagar el sobreprecio.

El desalojo derivó en enfrentamientos entre la policía y los vecinos que trataron de impedirlo. Los mossos denunciaron a 34 personas por desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad; 10 resultaron heridas leves (siete de ellas, mossos), según el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

A primera hora de la mañana, más de 200 personas se plantaron en el portal número 22 de la calle de Andrade para intentar frenar el desahucio. Formaron un cordón humano para evitar la entrada de la comitiva judicial, pero los Mossos d'Esquadra se emplearon a fondo para abrir paso. Los agentes sacaron a la fuerza, con golpes, empujones y porrazos, a los allí reunidos. Un hombre de 52 años tuvo que ser atendido en un Centro de Asistencia Primaria por una brecha en la cabeza.

Una decena de furgones de los mossos y una treintena de agentes cercaron la entrada al edificio. Uno a uno, la policía sacó a la fuerza a los manifestantes que se encontraban dentro del portal, en la escalera y en el interior del piso. A las dos de la tarde, los mossos entraron a la vivienda por el balcón del inmueble y por la parte trasera mediante dos escaleras. A las tres, ejecutaron el desahucio.

Es la segunda vez que un desalojo acaba con denunciados en Cataluña. 13 personas se han sentado en el banquillo en Vic por desobedecer a los mossos y tratar de impedir, el pasado 9 de febrero, que echasen de su piso a una mujer embarazada y a su familia.