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La victoria de Macri da un impulso a la oposición anti-Kirchner en Argentina

El alcalde de Buenos Aires tendrá que disputar una segunda vuelta electoral

Soledad Gallego-Díaz

Los 19 puntos de ventaja (47,1% frente al 27,8%) que ha sacado Mauricio Macri, el actual intendente (alcalde) de Buenos Aires capital federal, a su inmediato seguidor, el candidato oficialista Daniel Filmus, no le han permitido proclamarse reelegido en primera vuelta (hubiera necesitado rebasar el 50% del voto), pero le han dado un fuerte impulso a su papel político y han permitido respirar a la oposición antikirchnerista.

"El mito de la invencibilidad de Cristina Fernández de Kirchner ha quedado roto", aseguró Elisa Carrió, de Coalición Cívica, que quedó muy atrás, animando a sus seguidores y a la oposición. "En realidad, ahora son los candidatos presidenciales los que deben estar analizando cómo atraerse el voto que ha recibido Macri", explicó un portavoz del intendente.

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En el kirchnerismo se recuerda que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no se involucró prácticamente en la campaña de Filmus y que Buenos Aires capital siempre se ha mostrado esquiva al kirchnerismo. Pero es cierto también que Macri, de 52 años y una de las figuras más representativas de la oposición, ha obtenido mejores resultados que en la primera vuelta de 2007, y que Filmus, aunque ha mejorado el voto que obtuvo en aquella ocasión, no ha conseguido siquiera rebasar el 30% que suponía el listón mínimo ante la segunda vuelta, el 31 de julio.

Además, la victoria de Macri, acogida casi como propia por grupos opositores muy distintos, incluso lejanos a sus tesis políticas de centro-derecha, puede ser seguida por otras dos derrotas del kirchnerismo, si se cumplen las predicciones de los sondeos en las elecciones que se celebrarán en las provincias de Santa Fe y Córdoba, en los próximos días.

"Lo importante", explicó un portavoz radical, "no es solo que un opositor haya ganado en Buenos Aires, sino que más del 70% de los votantes de la capital federal [tercer distrito electoral del país] han expresado, de una forma o de otra, que no apoyan a CFK [la presidenta]". El propio candidato presidencial de la Unión Cívica Radical, Ricardo Alfonsín, aseguró que, si fuera porteño, en segunda vuelta "votaría contra las pretensiones hegemónicas del Gobierno nacional".

En Propuesta Republicana, (PRO) se advierte, sin embargo, que Macri representa al electorado porteño, "pero no decide por él". Es posible que los votantes se identifiquen con las propuestas de centro-derecha del PRO y que cuando llegue el momento de votar en las nacionales miren con plena independencia cuál de los candidatos les ofrece una propuesta más creíble en ese plano.

Daniel Filmus reiteró que no piensa abandonar la pelea, como le deben haber sugerido algunos dirigentes kirchneristas, inquietos ante la posibilidad de un resultado final espectacular de Macri en fechas demasiado cercanas a las primarias nacionales, que se celebran el 14 de agosto. Las expectativas del senador oficialista son realmente escasas, no tanto por su magra cosecha de votos, sino por la mínima diferencia a que ha quedado Macri de la mayoría absoluta: necesita menos de tres puntos para imponerse, mientras que el candidato kirchnerista tendría que conseguir más de 22 nuevos puntos. "El peligro amarillo", referencia al color que identifica la ciudad de Buenos Aires y que utiliza el propio Macri en su campaña, fue el título en primera del principal diario kirchnerista de la ciudad, Página 12, dando casi por perdida la batalla.

Incluso aunque votara a Filmus la totalidad de quienes apoyaron al tercer candidato, Fernando Pino Solanas (12,8% de los sufragios), el candidato oficialista no alcanzaría la mayoría. Solanas, con un proyecto de izquierda, anunció, además, a sus seguidores que tendrían absoluta libertad de voto para la segunda vuelta.

Macri, que renunció a presentarse como candidato presidencial para asegurar que su partido no perdía el control de la capital, intentó en la noche electoral retomar su discurso "nacional". "Asumí un compromiso de trabajar por la unidad nacional que quiero ratificar ahora", manifestó en su primera intervención pública.

El intendente de Buenos Aires pronunció un discurso muy moderado, dirigido al resto de la dividida oposición, e intentó acentuar los aspectos sociales de su política: "La pobreza que padece un sector importante de los argentinos no es una cuestión ideológica", aseguró.

El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri (centro), celebra la victoria en los comicios locales del domingo.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri (centro), celebra la victoria en los comicios locales del domingo.SERGIO GOYA (EFE)

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