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PERDONEN QUE NO ME LEVANTE
Columna
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Más Papa

Este artículo empieza con otra cosa, pero no se me despisten. Va de B-16. Enhebro. Cuando me viene en gana hablar de la obra del Tiempo y no tengo a mano las pirámides, consulto Wikipedia, que es lo que muchos articulistas hacemos también en ocasiones, al no ocurrírsenos ningún tema de grosor o calado, tras mirar atrás y comprobar la de años que hemos estado con la matraca. Quince días antes de que ustedes tengan la amabilidad de leerme -como siempre les recuerdo-, en posesión de todos mis ordenadores y demás caprichos, tomo aliento y compruebo que el domingo 3 de julio llevaremos vividos, quienes hayamos llegado, 184 días de este año que, ni ahíta de Macallan, llamaré de Gracia. Y que nos faltan 181 por vivir a quienes tengamos la suerte de alcanzar su meta final.

"B-16 se ha empeñado en venir a darnos la tabarra a cuenta de nuestros impuestos"

Sólo con esta premisa, una pluma dotada y algo plúmbea podría escribir una espesa novela a mano. La arriba firmante, de complexión intelectual más ligera y carnalmente algo frívola, se limitará a señalar en este segundo párrafo dos pavorosas coincidencias, sacadas también de Mari Wiki: en este mismo día nacieron Julian Assange y Tom Cruise; pero nacieron, sobre todo, Frank Kafka y Ángel Acebes. Afortunadamente fue en eras y países diferentes. Tanto mejor para el atormentado autor de tantos escritos kafkianos, a la par que interesantes.

Nosotros, criaturas de aquí y de ahora, podemos gozar de las obras completas del uno y de las medio rumiadas del otro. Ello tendría que proporcionarnos, digo yo, una especie de sabiduría oriental. El ding y el dong. El muh y el hum. El uf y el puaf. Y, como consecuencia, deberíamos considerar que cada día de nuestra vida transita envuelto no sólo en el dilema de la eternidad, sino también en el interrogante de quién demonios se encuentra en trance de venir al mundo en un día como hoy. Podríamos elaborar un irónico remedo del lema de la desaparecida CNN+: "Están naciendo, no lo estamos viendo". Y quién sabe qué organizarán cuando se encuentren en su plenitud, añadiríamos.

Dicho de otro modo: todo es casual y todo es relativo. Me gusta recordarlo de vez en cuando porque sé que semejante conclusión irrita mucho a este B-16 (por fin, helo aquí) que se ha empeñado en venir a darnos la tabarra, a cuenta de nuestros impuestos, cada dos por tres. Como ven, ni siquiera mi frívola carnalidad puede alejarme de uno de mis objetivos fijos en esta vida: meterme con el Papa reinante. Bien sabe Dios que llevo ya varios másteres con diferentes pontífices, dado que los he sufrido en directo -con el breve intervalo de Juan Pablo I, en aquella otra época que ya saben- desde que Pío XII bendecía los cañones de Hitler cuando yo aún llevaba pañales y sus obispos nos confirmaban a hostias a las nenas del franquismo.

Acabo de enterarme de que, con motivo de la próxima visita papal a Madrid -por cierto: hoy también se cumplen seis años de la aprobación de la unión civil entre homosexuales: chincha, rabia-, Catalunya va a albergar a cuarenta mil peregrinos, y que vamos a tener misas y oficios por un tubo de órgano.

Tenemos por delante una muy animada serie de actos de entronización de la derecha, a cargo del Lémur del Vaticano y sus secuaces, incluidas las monjitas de la Orden de la Planchatriz. A mí es que estos eventos me ponen la bífida de descorche. Imaginan a la apisonadora pepera y convergenteiuniera dirigiéndose hacia el futuro retrógrado, rodando implacable por encima de las suicidas testas socialdemocrateras e izquierdaiunideras. Pelos de punta se me ponen.

Pero no hay mal que por bien no venga. La calle, esa calle que está madurando -recuerden que ayer fue para mí 19-J, o sea: tiempo de esperanza, dentro de la desgracia-, tiene estupendos carteles para dedicarle unas cuantas salidas a Bene-Vidi-Dicto. Eso espero, eso deseo. Eso ocurrió ya. Y ahora, con más motivos. Crecerse ante los obstáculos, primera lección.

Como no quiero terminar sin una nota, cómo diría yo, pintoresca, les comunico que en Wiki consta que el mismo día en que nació B-16, solo dos décadas después, se produjo también el parto que trajo a este mundo a José Luis Moreno. ¿Es o no es para indignarse?

www.marujatorres.com

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