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Un ojo complejo de más de 500 millones de años

La historia de los modernos ojos complejos, como los actuales de las libélulas, ha dado un gran salto hacia atrás con el descubrimiento de ojos de artrópodos exquisitamente conservados en depósitos del Cámbrico inferior en Australia. Estos órganos pertenecen a artrópodos de una comunidad de un yacimiento, similar al famoso de Burgess Shale, en Emu Bay (sur de Australia), donde se han conservado las partes blandas de los animales. Datan de hace unos 515 millones de años y son los más antiguos de este tipo hallados hasta ahora. Sobrepasan en 85 millones de años a los anteriores conocidos e indican que la visión era muy compleja ya desde el origen de la vida animal.

La disposición y el tamaño de las lentes indican que estos ojos pertenecieron a un predador activo capaz de ver con poca luz, pero los investigadores no lo han podido identificar. Y son tan avanzados como los de animales actuales. "Esta mayor complejidad tiene tres vertientes", explica Diego García-Bellido, del CSIC, miembro del equipo internacional liderado por Michael S.Y. Lee, del South Australian Museum, que publica el estudio en Nature. "En primer lugar, mientras los ojos de trilobites de esa época no llegan a tener 100 lentes, equivalentes a píxeles de una foto, el fósil que ahora presentamos tiene más de 3.000, lo que le confería una mayor agudeza visual; además, las lentes alcanzan un diámetro mucho mayor -150 micras- frente a las pequeñas lentes descritas en estos trilobites -entre 20 y 30 micras-". Por último, destaca García-Bellido, "los ojos fósiles australianos presentan un gradiente de tamaño de las lentes, con una zona central de mayor sensibilidad lumínica, lo que se ve actualmente en algunos artrópodos actuales, especialmente en los que necesitan una buena visión por ser depredadores, como las moscas cazadoras y las libélulas".

Ojo complejo fósil.
Ojo complejo fósil.

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