_
_
_
_
Crítica:BOHÓRQUEZ / CARTAGENA, MONTES, VENTURA | La lidia | Feria del Aniversario
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ventura, en las alturas

Antonio Lorca

Es de conocimiento general que hace tiempo que el rejoneo moderno perdió los papeles. Se ha olvidado, por lo general, la ortodoxia del toreo a caballo, y el público ni sabe ni entiende, y lo mismo guarda silencio tras una gran faena, que pide las dos orejas para culminar una actuación pueblerina y alocada.

Dicho esto, quede constancia de que Diego Ventura salió por novena vez por la puerta grande de Madrid; y se dice más: este rejoneador está en otro nivel, en compañía de una excepcional cuadra de caballos.

La faena a su primero fue un modelo de torería, que rayó la perfección; elegante siempre, seguro, eficaz, y, por encima de todo, templadísimo. Fijó al toro en el espacio de una moneda; lo banderilleó, primero, a lomos de Nazarí, y, después, al quiebro, con Distinto, y dejó constancia de que es un maestro sin ningún género de dudas. Solo un pinchazo evitó que paseara las dos orejas con todo merecimiento. Falló en dos pares de banderillas en el sexto, y deslució una labor de altura que no fue redonda. Mató con picardía de un rejonazo en dos tiempos y salió de nuevo a hombros. Está claro que, a pesar de sus errores, este rejoneador está en el pedestal de los más grandes.

BOHÓRQUEZ / CARTAGENA, MONTES, VENTURA

Toros despuntados para rejoneo de Fermín Bohórquez, justos de presentación, mansurrones, especialmente el primero, y manejables.

Andy Cartagena: tres pinchazos y rejón trasero (silencio); rejón bajo

y trasero y un descabello (palmas).

Álvaro Montes: rejonazo sin soltar y dos descabellos (ovación); rejón

muy trasero (oreja).

Diego Ventura: pinchazo y rejón en lo alto (oreja); rejonazo en dos tiempos (oreja): Salió a hombros por la puerta grande.

Plaza de Las Ventas, 12 de junio. Sexta y última corrida de feria.

Tres cuartos de entrada.

En la zona media figura Andy Cartagena, que trata de hacer un rejoneo ortodoxo, pero ha evolucionado muy poco. Su primero fue un manso de libro que le impidió todo atisbo de lucimiento; tuvo más suerte en el cuarto, pero siempre clavó a la grupa, lo que restó espectacularidad a su labor.

Y en la zona baja está Álvaro Montes, que recibió a sus dos toros con la vistosa suerte de la garrocha. Ocurre, sin embargo, que practica un rejoneo muy violento, basto, bronco, ayuno de elegancia y destemplado; va siempre a galope desbocado, como si lo estuvieran persiguiendo los indios, y clava con precisión, pero rara vez al estribo. Brilló más en su primero que en el otro, aunque no estuvo a la altura del buen toro segundo, con el que todo lo hizo de manera acelerada y brusca; tanto, que a punto estuvo de perder el equilibrio en banderillas. Cortó una oreja en el quinto porque el toro murió rápido, y ya queda dicho que el público ni sabe ni entiende.

El portugués Diego Ventura, en el primer toro de la tarde.
El portugués Diego Ventura, en el primer toro de la tarde.CRISTÓBAL MANUEL

Pitos

- El público festivo que asiste al rejoneo ni conoce ni entiende las reglas mínimas; mantiene el espectáculo, pero con su desconocimiento

lo degenera cada vez más.

Ovación

- Diego Ventura volvió a estar a la altura de los más grandes; especialmente, ante el tercer toro de la tarde.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_