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Reportaje:SI LOS EDIFICIOS HABLASEN

Los arquitectos abren su casa

Las Escuelas Pías de San Antón será museo y sede del colegio profesional

Patricia Gosálvez

El arquitecto tiene facilidad para resumir. ¿Cómo explicaría su proyecto? "¡Árboles!", sonríe Gonzalo Moure. Y así sintetiza una complejísima obra de 20.000 metros cuadrados y casi 40 millones de euros. La reforma de las Escuelas Pías de San Antón lleva años transformando el centro de los escolapios para alojar el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) y, desde que el Ministerio lo aprobó hace siete días, una sede del Museo Nacional de Arquitectura.

Los árboles -magnolios- aún no están. La inauguración será en otoño, y en el patio solo hay plantadas dos enormes grúas. Pero ya se comprende el edificio. "La cuestión era: ¿qué decimos nosotros, como arquitectos, sobre cómo hay que actuar en el centro de la ciudad?", explica Moure, ganador en 2005 del concurso para la rehabilitación. "No nos podíamos poner lujosos, ni hacer algo cursi o dubaití", opina este tipo "normal".

La saca de presos de Paracuellos salió de este edificio, después cárcel franquista

Su respuesta fue un edificio "honrado y transparente". Se articula en torno a un patio abierto al público; las grandes ventanas unen visualmente lo de dentro y lo de fuera. Espacioso y austero, tiene los pilares vistos y el suelo de granito. En vez de paredes, los despachos se cierran con rejas cerezo y cristal. "Es como el gazpacho: pocas cosas, pero naturales". Puestos a ser normales, "¡hasta las ventanas se pueden abrir!", exclama Moure con entusiasmo.

Lo único que conserva el inmueble del original levantado por Francisco Rivas en 1794 es la fachada. Los Escolapios tuvieron allí su colegio y convento desde el XVIII hasta la guerra civil, cuando el edificio mutó en cárcel. De aquí salió la saca de presos asesinados en Paracuellos. Aquí se encerró después a las víctimas de la represión franquista. "Yo pensaba que nos íbamos a encontrar algo, es un edificio con una historia complicada", relata José María García del Monte, del COAM, que dirige la obra. Durante el franquismo fue devuelto a los escolapios, y funcionó como colegio hasta los años 90. Los religiosos lo vendieron entonces a una empresa que planeaba hacer una residencia de ancianos, pero el proyecto no cuajó. En 1996 sufrió un grave incendio. El Ayuntamiento apuntaló la fachada, derribó una parte y finalmente se lo quedó por considerarlo en ruina. Se acordó un convenio de rehabilitación con la Universidad Complutense, pero tampoco se ejecutó, y finalmente el Consistorio firmó con el COAM una cesión por 75 años.

Los arquitectos pagaron en especie, construyendo en la manzana 8.000 metros de equipamientos municipales -una escuela de música, un centro de día, una piscina-. La obra se financia con la venta de la actual sede del COAM a la constructora y con las 480 plazas de aparcamiento. "Cuando llegamos esto era Sarajevo", dice Moure, "un pastiche desordenado y ruinoso donde no había nada que salvar". Para dejar constancia de ello, un alumno nostálgico lo colgó de YouTube, defendiendo su conservación bajo el título "Ruinas del Colegio de San Antón". "En un barrio tan denso, tan patrimonio es una fachada como la sombra de un árbol; pero había que conservar la imagen del edificio porque es una obra muy importante para los madrileños", dice Moure. "Aunque tu abuela no sea madame Curie ni Claudia Schiffer, es tu abuela".

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Para complicar más las cosas, el proyecto ha pasado por tres decanos del COAM. Ricardo Aroca convocó el concurso, Paloma Sobrini ejecutó la obra, y José Antonio Granero -elegido el pasado miércoles- la inaugurará. "Nos lo hemos tomado como una cuestión de Estado, con un cariño y un compromiso en el que no caben politiqueos", dice Sobrini, que fue la primera en proponer una sede representativa y se va con el "orgullo" de haber conseguido que aloje además el centro documental del Museo Nacional de Arquitectura. "Es una noticia extraordinaria", dice Granero, "en un momento tan duro tenemos la oportunidad de convertir San Antón en un lugar abierto que acerque la arquitectura a los ciudadanos". Falta esperar a otoño, cuando los magnolios sustituyan a las grúas.

Aspecto que presentaban las obras de rehabilitación de  las Escuelas Pías de San Antón la semana pasada.
Aspecto que presentaban las obras de rehabilitación de las Escuelas Pías de San Antón la semana pasada.ÁLVARO GARCÍA
Alzado de la fachada, de Francisco Rivas (1794).
Alzado de la fachada, de Francisco Rivas (1794).SERVICIO HISTÓRICO COAM

Escuelas Pías de San Antón

- Autor y obra. Francisco Rivas (1794). Fue reformado por Gonzalo Moure (2011).

- Ubicación. Calle Hortaleza, 63 (Chueca).

- Función original. Colegio y convento de escolapios.

- Función actual. Colegio de Arquitectos, Museo Nacional de Arquitectura y equipamientos municipales. En obras.

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Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

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