Un instrumento de pasión
Avishai Cohen, grande del contrabajo, presenta en una gira su nuevo disco
Entre nota y nota, Avishai Cohen (Jerusalén, 1970) besa su contrabajo. Lo hace sin disimulo, como quien acaba de recibir un bonito regalo. No es el único gesto, Cohen acompaña su música de un variado repertorio gestual. Contrabajista, compositor, cantante y arreglista, le gusta pasear sus canciones por diversos escenarios, ensayar sonidos y voces frente al público que escucha sentado en la butaca, midiendo sus reacciones para más adelante grabar en la tranquilidad del estudio. "Cada público", dice por correo electrónico, "percibe la música de una manera diferente". En la sala Olimpia de París, donde colgó el cartel de no hay entradas, presentó a principios de mes Seven seas, su último experimento musical. Su nueva banda en la que se acompaña de Shai Maestro al piano y de Amir Bresler a la percusión fue creada expresamente para su nuevo CD, con el que ha realizado su más "profunda inmersión en el jazz", tras los 12 discos publicados a lo largo de su carrera, en la que ha fusionado con depurada técnica sus raíces con los sonidos sefardíes. "Soy partidario de la creación por la interacción constante", añade.
"Me interesa la música popular, especialmente el flamenco"
En el Olimpia lo recibieron de pie con un aplauso cerrado de varios minutos, una situación difícil de imaginar en nuestro país, algo que no parece preocuparle. "Siento predilección por los españoles, puedo sentir su calor y su energía como un abrazo. España es un país de música. Desde siempre me han interesado las canciones populares, especialmente el flamenco, del que soy un rendido admirador". Parte de su repertorio incluye algunos temas en ladino, como Morenika -"los aprendí oyendo cantar a mi madre en mi casa"- y una particularísima versión de Alfonsina y el mar con la que suele cerrar los recitales.
Cohen se presentó anoche en Barcelona con su nueva formación, en una gira que lo llevará por siete ciudades españolas más -hoy en Zaragoza y después en Granada, Málaga, Madrid, Avilés, Murcia y Tenerife- dentro del Festival Itinerante Jazz in Blue. Considerado como uno de los contrabajistas más depurados del momento, Cohen pasó 12 años mejorando su formación en Nueva York, pero después decidió regresar a Israel, su patria. "Aprendí un montón allí, pero en lo que concierne a la música no creo que sea tan importante de dónde vienes o a dónde vas. Si te abres a ellas siempre conseguirás aprender algo de todo ello. El jazz, como casi todas las músicas, requiere de práctica y paciencia. Parte de mi rutina diaria pasa por tocar mi contrabajo, si estoy en casa además pruebo a cantar y toco el piano en busca de nuevos temas". Formó parte de varias bandas de latin jazz. Danilo Pérez lo invito a formar parte de su trío. Ha trabajado con Herbie Hancock, Bobby McFerrin, Chick Corea, Roy Hargrove, Paquito D'Rivera y Alicia Keys, entre muchos otros, pero ahora prefiere moverse con una formación mínima, un trío donde cada componente disfruta de momentos estelares a lo largo de las actuaciones.
Cohen es consciente de que el jazz contemporáneo menos ortodoxo vive uno de sus mejores momentos de la mano de artistas muy jóvenes. "Como en cualquier arte, las nuevas generaciones disfrutan de información global a través de Internet, una de las influencias más obvias". Algunos de los músicos con los que ha trabajado recientemente eran veinte-añeros, como su actual batería, Amir Bresler que reemplazó en plena gira a Itamar Doari, el anterior percusionista. "Me gusta cambiar de intérpretes. Resulta bueno para tomar nuevas direcciones".
Avishai Cohen tiene un gemelo en su país, un trompetista de igual nombre, pero eso no le supone ningún problema: "Cada uno es único en su estilo".
Babelia
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