La Cámara rechaza pedir que voten en Euskadi los huidos por la acción de ETA

El PSE dejó solo ayer a su socio preferente, el PP, en defensa de una iniciativa que pretendía comprometer al Gobierno a elaborar una propuesta e impulsar las iniciativas legales correspondientes para reconocer el derecho al voto en Euskadi a las personas que tuvieron que abandonar la comunidad autónoma por causa del terrorismo de ETA. El PP fue el único grupo en votar a favor de su propuesta y se encontró con el resto de la Cámara, incluidos los socialistas, diametralmente en contra.

El PSE sostiene, en coherencia con la iniciativa ya puesta en marcha por el Gobierno de explorar los deseos de retorno que pueda albergar ese colectivo y de arbitrar ayudas para quien las precise, que la vuelta a Euskadi es el mejor modo de recuperar el derecho político al voto, que se vincula con la residencia. Los populares, por contra, opinan que los exiliados a causa de ETA, aunque sigan viviendo en España, deben gozar de los mismos derechos en el ejercicio del voto que la Ley de Memoria Histórica atribuye a las personas que abandonaron España por distintos motivos (fundamentalmente, tras la Guerra Civil) e incluso a sus descendientes.

Los populares se quedaron solos en defensa de su iniciativa

El portavoz popular, Leopoldo Barreda, resaltó la "paradoja" de que alguien que vive en Chile o en Argentina y no ha pisado nunca Euskadi pueda decidir sobre el Gobierno vasco y no pueda hacerlo quien "acosado por ETA, es decir, contra su voluntad, y como consecuencia de una acción criminal, se ha tenido que ir a Castro o a Miranda de Ebro". Este argumento dio pie al parlamentario de Aralar Mikel Basabe para ironizar respecto el "independentismo" del PP, al reclamar igual consideración para residentes en el resto de España que en el extranjero.

"El ejercicio al voto en España se ejerce de igual manera sea en Galicia, Euskadi o Cataluña", sostuvo la socialista Miren Gallastegui. "En España no hay exiliados interiores", le replicó a Barreda el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro. Los argumentos jurídicos sobre vulneraciones de la igualdad que esgrimieron tanto Gallastegui como el peneuvista Iñigo Iturrate fueron obviados por Barreda, quien les opuso el de "la voluntad política". Si esta existe, sostuvo, se pueden remover los obstáculos legales, que admitió.

Barreda estimó que entre 40.000 y 60.000 personas han abandonado Euskadi por el miedo, la amenaza, el acoso o incluso tras sobrevivir a un atentado, y contrastó su pérdida del derecho al voto con la conservación de él por los terroristas o los acosadores "que sí pueden votar".

Tanto Iturrate como Gallastegui utilizaron el flanco débil de los motivos por los que el PP no planteó la cuestión en la reforma recién cerrada en el Congreso de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. Tampoco UPyD, en muchas ocasiones coincidente con los planteamientos de los populares en cuestiones de este tipo, se mostró de acuerdo ayer. "Usted mismo sabe, mejor que yo, que esta iniciativa es inviable y, por tanto, de cara a la galería", le dijo Maneiro a Barreda. "Es irrealizable", remachó, para censurarle que no hubiese propuesto las reformas legales concretas para hacerla efectiva o que su partido lo hubiera hecho en el Congreso.

Iturrate coincidió en que el PP realizaba "un brindis electoral" y "un pequeño ajuste de cuentas con sus socios" del PSE, para ir más lejos que el Gobierno. La enmienda que transaccionaron el resto de grupos, salvo Aralar, alaba "la valentía y el coraje" de quienes "han plantado cara a ETA" y pide al Ejecutivo que elabore un estudio para arbitrar medidas que faciliten la vuelta a Euskadi de quienes lo deseen.