Berlín exige a Pekín la liberación del disidente Ai Weiwei
El artista sigue en paradero desconocido tras ser detenido el domingo en China
Alemania llamó ayer a consultas al embajador chino en Berlín para transmitirle en persona la exigencia de la "liberación inmediata" del artista y activista de derechos humanos Ai Weiwei. El conocido creador chino fue detenido el domingo en el aeropuerto de Pekín, cuando se disponía a volar a Hong Kong, y desde entonces permanece en paradero desconocido. La demanda del Gobierno alemán se une a las realizadas el martes por los de Reino Unido y Estados Unidos, que pidieron, con igual firmeza, la puesta en libertad de Ai.
La madre del artista -Gao Ying, de 77 años- declaró a la agencia Reuters que la detención de su hijo es "injusta", y expresó su temor a que el Gobierno chino esté manipulando el proceso de Ai Weiwei por sus críticas al régimen. Gao Ying dijo que no había vuelto a saber nada más de su hijo y que nadie le ha dado ninguna explicación. "¿Cómo puede un país con leyes actuar así?", se preguntó esta jubilada de la Asociación Nacional de Escritores, que consideró que el Gobierno chino tenía planeada desde hacía tiempo la detención de quien fue asesor artístico del estadio olímpico de Pekín, conocido como El Nido.
El Gobierno acosa a los opositores tras la ola de revueltas en los países árabes
El editorial del diario en inglés Global Times, que forma parte de los órganos de difusión del Partido Comunista Chino, arremetía ayer contra Occidente por criticar la actuación de las autoridades chinas sin tan siquiera conocer los cargos que se imputan al artista y disidente, al que advertía: "Ai Weiwei probablemente entiende que haciendo siempre lo que le place, atreviéndose a hacer lo que otros no se atreven, sobrepasa frecuentemente las líneas rojas de la ley china". Y añadía que algún día tenía que toparse con la frontera y "pagar algún precio por sus elecciones personales".
La desaparición del artista ha causado gran revuelo en Taiwán, donde Ai debía de haber llegado ayer para tratar sobre su exposición en noviembre en el Museo de Bellas Artes de Taipei. El organismo encargado de las relaciones entre China y Taiwán hizo público un comunicado en el que instó a Pekín a respetar "el valor universal de la libertad, la democracia y los derechos humanos".
La semana pasada, Ai Weiwei, que actualmente expone en la galería londinense Tate Modern sus famosas Semillas de girasol, indicó al diario Berliner Zeitung su intención de abrir un estudio en Berlín. Ai, que ha expuesto en Alemania algunas de sus obras más rompedoras, pretendía instalarse en el barrio de Oberschöneweide, en el antiguo sector oriental de la capital alemana. Según el periódico, estaba interesado en la adquisición de cuatro pabellones, de 4.800 metros cuadrados, de un antiguo complejo industrial. "No sé cómo podría continuar trabajando aquí", declaró Ai Weiwei la semana pasada desde China, aunque destacó que no pretendía huir de su país.
Desde la concesión, en otoño pasado, del Premio Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo, los activistas chinos sufren con mayor intensidad la represión del régimen. Ai, de 53 años, ha estado bajo arresto domiciliario; en enero fue derribado su estudio de Shanghái y en febrero fue suspendida su primera gran exposición en Pekín. La revuelta árabe y los llamamientos anónimos a través de Internet a una supuesta revolución del jazmín en China han desatado el nerviosismo del régimen y agravado aún más la represión.
El presidente de la Fundación del Patrimonio Artístico Prusiano, Hermann Parzinger, expresó su profunda condena por la detención del artista y dijo que esta lastra las relaciones entre Pekín y Berlín, informa Efe. También expresó su solidaridad hacia Ai Weiwei la dirección del Instituto Goethe, implicado en la organización de una muestra de cultura alemana en el Museo Nacional de Pekín, que inauguró la semana pasada el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, durante su visita a China.
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