El número de contratos de alquiler se dobla en cuatro años
El mercado de alquiler lleva años recuperándose. De hecho, los contratos de alquiler han ido subiendo al tiempo que el mercado de compraventa se desplomaba. Lo muestran las cifras publicadas ayer por la Generalitat a partir de las fianzas de los contratos depositadas ante el Incasòl: el número de contratos de alquiler aumentó un 18,8% el año pasado en Cataluña. Si nos remontamos a 2006, hay el doble de nuevos contratos: se ha pasado de 56.812 a 116.188.
El aumento de nuevos alquileres el año pasado está en torno al 20% en toda Cataluña con una excepción: Lleida. Allí los contratos han dado un salto del 75,5%. Se explica, dice el secretario de Vivienda, Carles Sala, porque ha habido una "revisión" del número de fianzas depositadas en el Incasòl en esta provincia, una suerte de inventario para poner las cifras al día.
En lo que respecta a los precios, en global han bajado, pero poco, un 4,6%. Justo donde más han caído ha sido en Lleida, con un 9,8%, y las comarcas del Ebro, con un descenso del 8,4%. Donde los alquileres han registrado una levísima caída, del 1,6%, es Barcelona capital: la media aún supera los 1.000 euros (1.040) y no hay distrito donde bajen de los 840 euros mensuales. El más caro es Sarrià-Sant Gervasi, que roza los 1.300 euros, y el más barato, Nou Barris, con 844.
El efecto de la crisis
El secretario de Vivienda mantiene que el aumento que registra el alquiler "no se debe a un cambio cultural", sino "a una situación económica, de restricción del crédito y aumento del paro, que empuja a los ciudadanos al alquiler". Sala apoya su argumento explicando que en el registro de solicitantes de vivienda social hay tantos para pisos de alquiler como para pisos con opción a compra.
El fundador del portal inmobiliario Idealista.com, Fernando Encinar, recuerda que en una década el parque de alquiler sobre el total ha pasado del 9% en 2000 a entre el 15% y el 17% actual. No hay una sola causa, sostiene Encinar. "Por una parte, el mercado de venta expulsó a compradores por precio y, en paralelo, hubo un aumento de la oferta fruto de la burbuja, que llegaba de inversores que compraron para vender y no pudieron". Encinar alude también a la suma de políticas públicas: desde la renta de emancipación o de bolsas de alquiler de impulso público, hasta la ley de los desahucios exprés a partir del segundo mes de impago, o los seguros privados de impago.
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