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La Generalitat no logra colocar su deuda pese a pagar el doble que el Estado

El Gobierno fracasa en su intento de 'vender' entre 300 y 500 millones al 5,5%

Lluís Pellicer

Los mercados siguen cerrados para la deuda pública catalana. El Gobierno catalán intentó ayer, sin éxito, iniciar la colocación de entre 300 y 500 millones de euros entre grandes inversores a través de un grupo de entidades financieras. La operación se vio frustrada pese a la remuneración que ofrecía, del 5,5% a dos años, el doble de lo que se paga por la deuda española, cerca del 2,85%. Fuentes financieras explicaron que las entidades que tenían el mandato de la Generalitat aparcaron la colocación tras constatar, mediante un sondeo, el poco interés que suscitaba la emisión entre inversores institucionales. Tras ese revés, la operación vuelve a estar "muy verde", según coincidieron varias fuentes. Tanto, que otros medios cercanos a las negociaciones aseguraron que no pueden darse por cerrados ni los términos ni la remuneración de la colocación. El Gobierno catalán declinó comentar la operación al considerar que todavía no está cerrada. "Siempre estamos buscando y negociando, pero nuestra política es no decir nada hasta que no esté todo pactado", aseguró a Europa Press el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell.

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Las entidades tantearon ayer el mercado después de que la semana pasada apreciaran signos de apertura de los mercados de inversión. El principal fue el pacto de los Gobiernos de la UE para reforzar el fondo de rescate para países con problemas. Además, el martes España colocó 5.500 millones de euros en letras a 12 y 18 meses con el menor coste desde octubre de 2010.

La operación, sin embargo, no estaba exenta de obstáculos. Además de la rebaja de la nota de la deuda pública que realizó la agencia de calificación Moody's el viernes, las entidades no tenían claro si la crisis de Japón jugaría a favor o en contra de la emisión.La doble crisis de Japón -la del tsunami y la nuclear- está suponiendo la caída de las Bolsas mundiales. Es decir, los inversores se retiran de la Bolsa y se refugian en los mercados de renta fija. Y eso favorece a la deuda soberana. Sin embargo, las fuentes consultadas explicaron que las emisiones de las comunidades autónomas tienen poco margen para usar esta ventana, puesto que se valen más del canal de las emisiones corporativas que del de la deuda soberana. Y, según afirmaron, en los últimos días ha habido pocas emisiones corporativas dada la incertidumbre de los inversores internacionales por la crisis de Japón.

Otra entidad consultada, que también pidió el anonimato, aseguró que el proceso para que la Generalitat se endeude está resultando "más complicado de lo esperado". Esta entidad aseguró que la deuda catalana no suscitó apenas interés entre sus principales inversores y agregó que el momento en el que pretende realizar la emisión tampoco acompaña, en referencia a la reestructuración en curso del sector financiero para elevar el capital básico de cajas y bancos, una decena de los cuales deberán buscar un inversor privado o bien salir a Bolsa para captar recursos.

Emisión cara

Aun así, estas fuentes resaltaron el alto precio de la deuda pública catalana, del 5,5% a dos años, lo cual está no solo muy por encima del 2,85% del Tesoro, sino también de las emisiones de cédulas hipotecarias que han ido realizando las entidades financieras en las últimas semanas.

La Generalitat tiene previsto endeudarse por 11.662 millones de euros este año, según detalló en el plan de ajuste que presentó al Gobierno central. De momento, el Ejecutivo de Artur Mas solo ha cerrado un crédito a corto plazo de 500 millones con Catalunya Caixa y, en paralelo, sigue negociando con La Caixa, BBVA y Santander la refinanciación de préstamos por 1.500 millones. A pesar de que Mas dio casi por cerrada esa operación a comienzos de mes, aún hoy no se ha rubricado.

Más complejo le está resultando a la Generalitat lograr endeudamiento nuevo. Lo intentó con un crédito sindicado, aunque la gran banca española sigue siendo reticente a prestar. Si las emisiones en el mercado mayorista tampoco dan resultado, el Ejecutivo catalán se verá abocado a emitir deuda para particulares. Y todas las comunidades que lo han hecho han tenido que abonar el 7,75%, entre intereses a los inversores y comisiones a los bancos.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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