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La Comunidad recorta el único órgano participativo de medio ambiente

Elena G. Sevillano

El Consejo de Medio Ambiente es el único órgano de participación en cuestiones ambientales que sobrevivió al recorte de diciembre del año pasado, cuando Esperanza Aguirre suprimió 102 entes y empresas públicas -muchos eran órganos participativos, como el Consejo de la Mujer, el de la Juventud...- para ahorrar, dijo, cerca de 700 millones de euros. El Consejo sobrevive, sí, pero con cambios en sus funciones y en su composición, lo que, en la práctica, supone que las universidades, las ONG y los expertos pierden representación. Los consumidores, que antes tenían un vocal, se quedan directamente sin voz en el órgano.

Un decreto publicado el pasado día 4 en el Boletín Oficial, firmado por la consejera de Medio Ambiente, Isabel Mariño, y la presidenta, Esperanza Aguirre, modifica el Consejo (creado en 1996) con el objetivo de darle una "estructura más racional". Entre otras cosas, se reunirá menos. "Como mínimo, anualmente", asegura el texto. Antes, el órgano se reunía en sesión ordinaria, "como mínimo, trimestralmente". El decreto reorganiza la estructura del órgano, que ahora se divide en cuatro "secciones": parques regionales y naturales, caza y pesca fluvial, vías pecuarias y calidad del aire.

Críticas de ecologistas

Los ecologistas están presentes en todas esas secciones, menos en la de calidad del aire, que tiene por funciones "coordinar, valorar, proponer y protocolizar la adopción de las medidas tendentes a evitar la superación de los umbrales de alerta o, en su caso, paliar los efectos de las superaciones de dichos umbrales". Algo que denuncia la organización Ecologistas en Acción, que ha sido muy combativa contra la contaminación tanto de la capital como del resto de la región. "Molestamos", asegura su portavoz, María Ángeles Nieto. "El intento de expulsión de las asociaciones ecologistas de todo lo que sea participación es evidente", añade.

Se refiere sobre todo a su presencia en la sección sobre parques regionales, que reduce los representantes ecologistas de siete a uno (antes había dos por cada parque, excepto en Peñalara, donde solo era uno). Ocurre lo mismo con las universidades. "Es muy difícil que una sola persona pueda conocer los cuatro parques y votar con conocimiento", señala Nieto. La Consejería de Medio Ambiente asegura que su intención es "simplificar" la estructura para que sea más "eficiente".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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