Donny George, el arqueólogo que salvó los tesoros de Irak
Su dedicación a la arqueología era pura pasión y el Museo Nacional de Irak, la amante que le restaba tiempo de estar con su familia. Su esposa, Najat, y los tres hijos de ambos supieron entender que en esa entrega había mucho más que celo profesional, porque a través de su trabajo Donny George trataba de conservar la memoria de los asirios, su comunidad étnico-religiosa, y la de un Irak diverso que la dictadura de Sadam Husein deseaba arabizar.