Estanflación y pagos hipotecarios
La subida del petróleo nos lleva a la estanflación, la peor de las situaciones en economía. El encarecimiento de muchos servicios básicos deja sin margen de maniobra a la economía familiar, lo que provocará una nueva oleada de impagos hipotecarios. La incompetencia de los políticos no previó las graves consecuencias que iba a comportar la crisis. La situación del paro se agrava y las familias ya están agotando el subsidio y los ahorros y se ven incapaces de afrontar el pago de la hipoteca.
Comienza a surgir un clamor popular para que se puedan devolver los pisos a las entidades financieras, como existe en el sistema anglosajón y algún juez comienza a emitir sentencias, pensando más con el corazón que con la cabeza, y algunos políticos inconscientes y populistas empiezan a solicitarlo. Pero resulta evidente que no se pueden privatizar los beneficios y socializar las pérdidas, cambiando las reglas del juego a mitad de la partida, ya que una medida de este calibre llevaría a España y al sistema financiero a la bancarrota, creando inseguridad jurídica, y provocando un colapso de las transacciones inmobiliarias, ya que los bancos solo financiarían el 60%. Todos los ciudadanos pagaríamos una factura elevadísima, también los que fueron prudentes. Además muchas hipotecas fueron titulizadas, y están en poder de inversores internacionales, los mismos que ya clasifican la deuda española como subprime.
La Ley Hipotecaria de 1944 está obsoleta. La misma ley que favoreció el boom inmobiliario, actúa ahora como un tsunami que está provocando daños grandiosos al tejido familiar. Cada día que pasa es una oportunidad perdida y el problema se agrava más, sin ver la luz al final del túnel. Hace falta un gran pacto social para buscar soluciones. Urge realizar cambios legislativos encaminados a facilitar la refinanciación, aplazar la entrada en mora, evitar la subasta salvaje a precio de saldo, que permitan evitar el desahucio a las personas de buena fe. Hay que olvidarse de partidismos y tomar decisiones justas, sabias y urgentes, mañana puede ser demasiado tarde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.