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El Ayuntamiento de Bilbao liquida este mes su deuda histórica de 207 millones

El PSE acusa a Azkuna de "vender humo" al no practicar ahorros sustanciales

Los datos a 31 de diciembre de 2009 divulgados por el Ministerio de Economía y Hacienda situaron la deuda de Bilbao en 3,9 millones de euros, lo que distinguió a la capital vizcaína como la ciudad con las cuentas más saneadas de toda España. Ahora, el Ayuntamiento ha conseguido ir un paso más allá al cancelar este mismo mes su deuda histórica, que en 1998 ascendía a 207 millones -en 2010 solo le faltaba un millón por pagar-. Además, el Consistorio previó el año pasado recurrir a un préstamo de 22,8 millones de euros para poder acometer los proyectos previstos, pero finalmente ha podido prescindir de dicho crédito. Aquella fue la primera vez que el Consistorio proyectó endeudarse desde que Iñaki Azkuna es alcalde. Así las cosas, el pasivo de Bilbao pasa este mes a desaparecer. Deja de deber dinero a los bancos.

La capital vizcaína no se endeudará para sufragar nuevos proyectos
"No se nos ha ocurrido hacer otra Alhóndiga", dice el alcalde

¿Cómo es posible conseguir poner el contador a cero en plena crisis y sin que el capítulo inversor se haya resentido? Varios factores explican el fenómeno, inédito en el resto de ayuntamientos del país. Los gastos se han reducido al 93% de los previstos por los recortes salariales aplicados, la escasa carga financiera que ha venido arrastrando -los intereses de la deuda histórica han sido los únicos que ha tenido que afrontar- y el hecho de que los ingresos hayan superado las previsiones hasta el 101%. En concreto, por la aportación de ayudas del Gobierno central con el Plan E, la evolución del fondo foral Udalkutxa y los aprovechamientos urbanísticos. Un papel importante ha tenido también el riguroso programa de amortizaciones que ha seguido el Consistorio bilbaíno en estos años.

Las "previsiones realistas" han tenido un peso determinante en la saneada situación económica del Ayuntamiento. El presupuesto inicial de 2010 fue recortado en casi 19 millones de euros para ajustarse a la capacidad real de gasto municipal.

Las previsiones presupuestarias municipales contemplaban un cierre del año con una liquidación positiva de 16,7 millones. Este saldo va directamente destinado al pago de la liquidación negativa del ejercicio 2009.

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El Ayuntamiento ha conseguido liquidar su deuda "con un esfuerzo importante" sin renunciar a ejecutar grandes obras, como el Bilbao Arena y la Alhóndiga, pero descarta endeudarse para sacar adelante nuevos proyectos. "No se nos ha ocurrido hacer otra Alhóndiga, porque no es el momento de grandes construcciones", señaló Azkuna. En definitiva, según el alcalde, el Ayuntamiento seguirá la senda de la "prudencia" y el "rigor económico" y seguirá aplicando una política presupuestaria seria, comedida y prudente". "El país no está para bromas y lo dice quien está mejor que otros, porque hay otros ayuntamientos que no pueden pagar la nómina", apuntó el primer edil.

Desde 2003 la inversión realizada en Bilbao asciende a 1.027 millones de euros. Entre 2003 y 2006 se invirtieron 387 millones y desde el 2007 hasta el año pasado dicha partida aumentó hasta los 640 millones.

El escenario económico sigue dominado por la "incertidumbre", según Azkuna, y la liquidación final de Udalkutxa en 2010 ha sido algo peor de lo previsto. Respecto a los 269 millones de euros entregados a cuenta el año pasado, la liquidación final aporta un saldo positivo de 14,5 millones a favor de Bilbao, "muy lejos" de los 19 millones que dicho órgano había adelantado en la preliquidación de octubre. La disminución de la recaudación del IVA en el último trimestre y los aplazamientos de impuestos lo explican.

El portavoz socialista, Txema Oleaga, opinó que el Gobierno municipal "vende humo al no practicar ahorros sustanciales" en el Plan de Eficiencia y Austeridad presentado hace meses. Los socialistas propusieron simplificar la estructura municipal y reducir los altos cargos.

El Alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, durante una comparecencia.
El Alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, durante una comparecencia.LUIS ALBERTO GARCÍA

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