Pitadas a Hereu frente a las 'Quatre Columnes'
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, tuvo que apechugar ayer y aguantar una sonora pitada al inicio de su parlamento durante la inauguración de las Quatre Columnes, de Puig i Cadafalch, en la montaña de Montjuïc. Entre gritos de "españolista", al alcalde le costó hacerse oír ante un numeroso auditorio que segundos antes, por el contrario, había coreado el discurso de Emili Pedrosa, presidente de la Xarxa d'Entitats Cíviques i Culturals dels Països Catalans pels Drets i les Llibertats Nacionals, con gritos entusiastas de "In, inde, independència".
Los ánimos se calmaron rápido y Hereu pudo proseguir con calma un parlamento durante el que propuso que este monumento se convierta en uno de los escenarios principales de los actos de la Diada. Pedrosa, que ya en su parlamento había criticado que la aséptica placa conmemorativa no respondiera a la reivindicación de la Xarxa -una dedicación a "los patriotas catalanes de todos los tiempos"-, explicó después el descontento del colectivo con el Ayuntamiento de Barcelona. Este ha sido muy reacio a situar este monumento en su actual emplazamiento (intentó que se colocarán lateralmente, cosa que ayer aún reivindicaba el portavoz popular Alberto Fernández Díaz) aunque acabó cediendo por la presión de ERC y CiU.
La Xarxa critica que la placa no haga referencia a los "patriotas"
"Llevamos más de ocho años reclamando la restitución y la lucha contra el Ayuntamiento ha sido una gincana", indicó Pedrosa. "Se ha hecho gracias a la presión de la sociedad civil y de algunos partidos". En este contexto, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se encontró muy cómodo y finalizó su discurso reclamando "paz, prosperidad y libertad nacional de Cataluña al servicio del sueño de tanta gente de este país". Durante el acto, denominado de "restitución", la Coral Sant Jordi entonó el Cant de la senyera y Els segadors.
Más allá de su valor simbólico, las enormes columnas jónicas han desencadenado un fuerte debate ciudadano entre sus partidarios y los que consideran que este es un monumento desfasado que atenta contra el paisaje actual de Montjuïc.
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