El desconcierto se adueña del PSOE

El caso del presunto fraude en los expedientes de regulación de empleo (ERE) tiene al PSOE andaluz en vilo. Sus dirigentes van de sobresalto en sobresalto, no saben si lo que hay que operar es un quiste o un cáncer o no es nada; y, además, desconocen el recorrido político de un asunto que, por el momento, se concreta en 39 presuntas falsas prejubilaciones, en 14 empresas, de un total de 6.096 que se están pagando con dinero público.

Cuatro miembros del PSOE están en ese listado de intrusos que el Gobierno andaluz entregó a la juez del caso Mercasevilla -origen de las investigaciones- y cuya responsabilidad se le atribuye al ex director general de Empleo durante nueve años, Javier Guerrero, al que también se le ha abierto expediente de expulsión del PSOE.

"Estamos asustados, achantados, sin reflejos", dicen algunos dirigentes

Griñán y Blanco intervienen hoy en el comité director que aprobará las listas

La estrategia marcada en el comité de coordinación socialista en el que están presentes el presidente andaluz y secretario general del partido, José Antonio Griñán, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno; la secretaria de Organización, Susana Díaz; y el portavoz parlamentario, Mario Jiménez, está marcada. Y pasa en primer lugar, y sobre cualquier otra prioridad, por llevar la iniciativa y denunciar cualquier irregularidad en el juzgado y, en segundo término, por defender la política de ayudas de la Junta de Andalucía a empresas en crisis y a los trabajadores, y a los consejeros que las dirigieron. Esta política ha sido la principal seña de identidad de los Gobiernos del anterior presidente andaluz, Manuel Chaves, durante casi 20 años.

Este plan no ha llegado a todos los terminales del PSOE, no se ha hablado de este caso ni en el pleno de la ejecutiva regional ni en la más reducida comisión permanente -como no se habla tampoco nadie pregunta-, ni se ha convocado a los secretarios generales provinciales para trasladar un mensaje de seguridad y firmeza. "Todo el PSOE está en la salita de espera del médico y cada vez que este abre la puerta nos preguntamos ¿qué ha sido?", relata un dirigente para destacar el desconcierto interno actual.

Las informaciones sobre los ERE están creando unas tensiones notables en el PSOE, donde hay muchos que están a la que salta. Un ejemplo: el jueves pasado Griñán suspendió de forma abrupta una visita institucional a Córdoba y esta caída de agenda -por un "asunto familiar" del que no se dieron detalles- originó una espiral de rumores entre los socialistas, que se lanzaron a especular por los motivos, todos ellos de enorme trascendencia política y gravedad. Tal es la intranquilidad en la federación más potente del PSOE.

La estrategia diseñada por el Gobierno andaluz y la actual cúpula dirigente del PSOE no es suscrita por todo el mundo y hay quien incluso duda de que exista. "Si hay una hoja de ruta, yo no la veo", dice un destacado referente provincial.

Hay quien opina que no es la correcta y que se debe poner el foco en la defensa de las políticas de ayudas a empresas que han salvado a miles de trabajadores (unos 25.000 se han beneficiado de los ERE). Otros la avalan y sostienen que actuar con dobleces en este asunto sería "letal" para los intereses de los socialistas y que frente a la actitud del PP de arropar a sus imputados en el caso Gürtel, como Francisco Camps, lo principal es "la ética y la decencia".

Y sobrevolando estas opiniones hay quienes dudan del equipo de Griñán para administrar este difícil escenario. El núcleo dirigente -que en apenas un año de vida ya ha sufrido una crisis interna con la dimisión del vicesecretario general- es el que está operando con el bisturí y reivindica su derecho a llevar las riendas sin tutelas.

La inmensa mayoría de los dirigentes consultados reconocen "nerviosismo", "incertidumbre" y no solo porque haya dudas de que se esté gestionando bien este asunto, sino también porque ven una "falta de capacidad de reacción" en el PSOE a la hora de responder al Partido Popular. "Estamos achantados", admite un destacado dirigente. "Asustados", apunta otro. "Sin reflejos y sin respuesta rápida", sostiene un tercero. Un cuarto dirigente ofrece otro símil: "Estamos como los perezosos de los árboles, llegamos a la cota, pero tardamos dos días". Un ejemplo: cerca de una semana ha tardado el PSOE en despejar las sombras sobre el ERE en la cuenca minera de Huelva, cuando fue el Gobierno del PP y su candidato a la alcaldía de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, entonces delegado del Ejecutivo en Andalucía, los que llevaron la negociación del expediente.

En este estado zozobra se celebra hoy el comité director del PSOE andaluz, convocado para aprobar las candidaturas de entre 20.000 y 50.000 habitantes y al que asistirá el vicesecretario general, José Blanco. Algunos esperan que José Antonio Griñán, como líder del PSOE, lance un "mensaje duro de unidad y de defensa del PSOE y de tocar el corazón y la corneta", aunque las expectativas de otros son menores y aseguran que se centrará en apoyar y animar a los candidatos municipales y a reafirmar el compromiso de los socialistas con el 28-F. Es probable que como lleva haciendo desde julio pida a los suyos no caer en el desánimo por las encuestas adversas que van a inundar los periódicos el próximo lunes.