El valor de la Cartuja de Valldemossa

La resolución judicial sobre el pleito entre dos de los 11 propietarios de la Cartuja de Valldemossa por la supuesta autenticidad de una celda y piano de Chopin, movía a un turista a decir en televisión que no vale la pena pagar por una mentira.

Yo creo que sí vale la pena pagar, cuando ese dinero es el que permite las necesarias obras de restauración y mantenimiento de ese Bien de Interés Cultural, y que vale la pena hacerlo por muchas verdades. Que Chopin y George Sand pasaron un invierno en la Cartuja, igual que también se hospedaron otros personajes ilustres tales como Jovellanos, Rubén Darío, Unamuno o Azorín; que fue residencia de verano de muchos reyes de la Corona de Aragón; y lo más importante, que en ella moraron los cartujos de 1399 al año de la desamortización de 1835. Además, exhibe frescos de Manuel Bayeu y obras del no menos reputado artista valenciano Adrián Ferrán, una antigua farmacia de gran valor científico... etcétera.

Cada rincón de la Cartuja encierra un tesoro inagotable de historia. Y si algún turista mal informado cree que ese monumento es "la casa de Chopin", afortunadamente para los amantes de la historia, la Cartuja es mucho más que eso, siendo sin duda, uno de los edificios históricos más importantes de Mallorca.