_
_
_
_
_

"La peor oficina de extranjería"

Los abogados llevan al Defensor del Pueblo la burocracia que sufren los inmigrantes en Barcelona y sitúan el servicio a la cola "de toda España"

Jesús García Bueno

Si para el ciudadano medio la burocracia es una pesadilla, para un inmigrante puede ser un obstáculo insalvable. Y si el inmigrante vive en Barcelona, peor, porque aquí está "la oficina de extranjería que peor funciona de toda España", según todos los abogados consultados. Los retrasos de meses en los trámites, los constantes cambios de criterio y la arbitrariedad de los funcionarios han rebelado a la Asociación Catalana de Profesionales de Extranjería, que ha presentado un informe ante el Defensor del Pueblo para protestar por el mal funcionamiento de la "oficina de extranjería", que en realidad no es un solo lugar físico, sino varias dependencias del Estado a las que los inmigrantes acuden para tramitar sus papeles (permisos de residencia y trabajo, el NIE o DNI para extranjeros, etcétera).

Los letrados creen que el papeleo "no es neutro, va contra el inmigrante"

Más allá de impacientar a los letrados, las demoras excesivas y las trabas burocráticas en la oficina de Barcelona -la segunda con más volumen de trabajo, tras la de Madrid- tienen consecuencias dolorosas en la vida de las personas. Los profesionales exponen, documentados, los casos de decenas de inmigrantes que en el último año han topado con un alud de papeles y han sufrido daños económicos y personales.

El problema se arrastra desde hace 10 años, pero estalló de forma virulenta hace un mes, cuando la subdelegación decidió que ya no iba a tramitar más autorizaciones de retorno -los extranjeros las necesitan para volver a España después de visitar su país- con urgencia. Decenas de personas perdieron sus vuelos. Y los retrasos, de varios días, para conceder la cita hacen que mucha gente no pueda viajar para acudir a un entierro o visitar a un familiar enfermo.

Los abogados sostienen que, lejos de ser neutral, la Administración actúa "contra los inmigrantes" y extiende sobre ellos el manto de la sospecha. El "retraso endémico" en la resolución de expedientes deja a los extranjeros como "súbditos que están al capricho de la Administración". Y multiplica, por cierto, el trabajo de otras Administraciones, "desbordadas por las exigencias constantes de certificados". La delegación aduce que faltan funcionarios y que su labor ahora se centra en poner orden en la regularización extraordinaria pactada en 2005.

- Citas muy tardías. El sistema de cita previa que se ha impuesto en todos los trámites evita la imagen incómoda de hace años, cuando cientos de inmigrantes hacían cola ante la Delegación del Gobierno. Pero las citas son lentas. En los expedientes de arraigo, por ejemplo, pasan más de tres meses desde que se solicita hasta que se asigna hora y fecha. Roberto M. M., casado con una residente legal, presentó la solicitud en junio aportando los medios económicos de su esposa. La Administración no ha resuelto su caso y ahora, por problemas familiares, Roberto vuelve a su país. La consecuencia: solo podrá regresar a España como ilegal. En el caso de Rafael C. A., la mala coordinación entre la policía y la Seguridad Social le hizo quedarse sin papeles. Cotizó cinco meses desde abril de 2009, pero la policía no disponía de esa información y le comunicó que era tarde para resolver su problema. Sus abogados recurrieron y el caso está pendiente. Silvia Margarita V. pidió cita para su expediente de arraigo social en julio y aún no le han contestado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

3Al interesarse por su estado, le dijeron que debía concertar, por Internet, otra cita en la que le darían la información. Otros, como Abdalah S., están esperando su renovación desde enero.

- El limbo de la renovación. En renovar un permiso, la Administración tarda una media de seis meses, según los abogados. La ley dice que el documento provisional es válido mientras se resuelve. Pero otras Administraciones no lo entienden así y deniegan prestaciones o cursos de formación a quienes están en esa situación causada por la lentitud de la burocracia. Lo mismo hacen muchos empresarios, que dejan de contar con el inmigrante hasta que quede clara su situación, e incluso las compañías aéreas. Diego Jordán R. M., sudamericano de 15 años, debía viajar con sus compañeros a Francia. Pero la aerolínea no le dejó porque tenía caducado el NIE (número de identidad de extranjero), a pesar de que disponía del resguardo de renovación y del permiso policial para volver a España. Caterine H., de 16 años, tiene pendiente su renovación desde abril. La espera para poder trabajar mientras estudia y ayudar a sus padres.

- El eterno retorno. Los extranjeros deben solicitar una autorización de retorno cuando abandonan España para que, a la vuelta, les dejen entrar. Ahora solo vale la cita previa. Como consecuencia de ese cambio, muchos se han quedado sin poder viajar y han perdido el dinero de los billetes. Como María E. Bustamante, que solicitó el retorno para su hijo cuando se produjo el cambio de criterio. Estos cambios constantes son la tónica del funcionamiento de la oficina, ya que cada provincia tiene sus propias instrucciones internas. Los abogados denuncian que las modificaciones son excesivas. En medio año, por ejemplo, las notas informativas que detallan los requisitos para realizar un trámite pueden cambiar hasta tres veces, lo que acaba por aturdir al afectado.

- El pasado vuelve. La Administración rechaza dar permisos si hay antecedentes penales, aunque se hayan cumplido las penas. Estas decisiones van contra la normativa europea, según los abogados. Singh H., indio, solicitó en 2009 la autorización de residencia por arraigo, ya que lleva cuatro años en España. En el último año se ha dedicado a cancelar sus antecedentes y ha hecho multitud de trámites. Solo ha logrado que su caso se tramite de nuevo, pero está pendiente. Mientras, en unos pocos días recibió la notificación de una multa de 500 euros por estancia irregular. Lorenzo A. T., ecuatoriano, con autorización de residencia y trabajo, se vio obligado a reagrupar a dos sobrinos porque los padres de estos murieron. Al renovar la tarjeta de residencia, le fue denegada por tener antecedentes. Lorenzo condujo bebido y fue condenado. Los abogados afirman que un español no sería tan seriamente castigado por haber cometido ese mismo delito contra la seguridad vial.

- Limpiadoras con factura. Desde agosto, la Administración exige a las limpiadoras del hogar que obtengan el sueldo mediante transferencia o cheque si quieren acceder a la reagrupación familiar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_