"Mis planes, mi dinero, mi puente, todo robado"

El cierre del espacio aéreo español por la baja masiva de controladores obligó ayer también a suspender vuelos en los aeropuertos de Manises (Valencia) y L'Altet (Alicante). Centenares de pasajeros esperaron en los aeródromos sin saber cuándo podrían volar. Finalmente, ambos aeropuertos cerraron al tráfico después de que AENA impidiera el tráfico aéreo para toda España a excepción de Andalucía. En Manises, al cierre de esta edición, eran seis los aviones que se quedaron en tierra. Sus destinos eran París, Madrid, Londres, Ibiza, Palma de Mallorca y León, aunque la mayoría de los controladores estaban trabajando.

"La situación es absolutamente esperpéntica. Mis planes, mi dinero, mi puente, todo robado por un colectivo", se lamentó Josefina, que pretendía viajar a París y estuvo horas en la zona de embarque a la espera de recibir más información. "Me siento indefensa. ¿Dónde están los servicios mínimos?", se preguntaba. En tierra y sin perspectivas de salir se quedó también Hugo Cobián, que pretendía volar a Palma de Mallorca. Seis policías se instalaron en el vestíbulo de entrada del aeropuerto de Manises. La cola para pedir una hoja de reclamación en el mostrador de AENA era interminable.

En varios casos los aviones rodaron por la pista y regresaron para desembarcar al pasaje. Vicente, de Moncada, tenía previsto pasar el puente en Múnich (Alemania) cogiendo un vuelo vía Madrid. Su cálculo por el incidente que lo dejaba en tierra: 2.500 euros perdidos. "Los controladores no son los culpables. El Estado es el responsable, porque prevenir es mejor que curar, y ni el Gobierno ni el Ministerio de Fomento han previsto esto", criticó este viajero.

En L'Altet también hubo preocupación y nervios. Aunque los controladores, como en Valencia, estuvieron en sus puestos de trabajo, según fuentes del aeropuerto. Sin embargo, las consecuencias fueron similares: retrasos y los pasajeros sin poder salir de viaje.

Los pasajeros se quejaron sobre todo de falta de información. Las declaraciones se fueron cruzando durante toda la tarde entre los controladores, el Ministerio de Fomento y AENA.

La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), a través de su portavoz, Antonio Mancebo, afirmó que el aeropuerto de Manises estaba "muy afectado" por la situación. Y justificó el abandono de los puestos de trabajo de los controladores en Madrid por "episodios de ansiedad". Según informó Efe, Mancebo insistió en que no se trataba de paros. Más aún. Dijo que eran 22 los controladores que trabajan en la torre de control de Valencia y que, ayer, prácticamente "todo el mundo" estaba en su puesto. El sindicato, dijo, "llama a la calma" después de que el Consejo de Ministros ratificara que el máximo de horas que pueden realizar los controladores de tránsito aéreo será de 1.670. "Después de cuatro decretos en un solo año, la gente ha llegado al límite", manifestó Mancebo.