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El Foro de Madrid pide más audacia y unidad para la cultura en español

La conquista del mercado de habla hispana en Estados Unidos, principal objetivo

Jesús Ruiz Mantilla

Es cuestión de fe. De más fe. Y de medios. Pero también de una decidida estrategia conjunta -pública y privada- capaz de conquistar con más audacia y más ambición el mercado de habla hispana en Estados Unidos. Los expertos, directivos, ejecutivos y cargos públicos reunidos dos días en el II Foro de Industrias Culturales en Español así lo han puesto sobre la mesa. Es la hora de las alianzas. Entre Gobiernos y empresas. Entre productores de contenidos y gestores.

Nadie pasó por alto esa necesidad. Ni responsables de la diplomacia como Carlos Alberdi, director de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ni los profesores de universidad, ni los responsables de la SGAE, ni productores y dirigentes radiofónicos o televisivos.

Tanto Alberdi como el director de Industrias Culturales, Santos Castro, anunciaron que todos los esfuerzos hasta ahora dispersos de la acción cultural exterior empezarían a coordinarse en gran parte dentro de la nueva y todopoderosa Sociedad Estatal creada al respecto. "La promoción de nuestra creación quedará en cuatro patas: los ministerios de Exteriores y Cultura, el Instituto Cervantes y la nueva Sociedad Estatal", aseguró Alberdi.

La nueva institución viene a sustituir a las tres extinguidas: la de Conmemoraciones Culturales, la de Exposiciones Universales y la de Acción Cultural Exterior (Seacex), dedicada a la promoción del arte. La nueva organización tendrá que abarcar todos los campos en una estrategia combinada y ambiciosa.

Tampoco hay que inventar. Basta mirar a los lados, como apuntó Francisco Galindo, secretario general de la SGAE. "A lo que en su día hicieron Reino Unido y Francia". Ambos países son pioneros, conscientes y muy ambiciosos en extender sus marcas por medio de la cultura a mercados que después conquistan con otros productos. "Los británicos crearon en su día un consejo en el que incluyeron al British Council y a la BBC y los franceses tienen uno que cuenta con el presidente de la República a la cabeza y cinco ministros", dijo Galindo.

Para ello, en España se necesita una conciencia más amplia de lo que es el valor de la industria cultural. Por ahora no existe, según Javier Pons, consejero delegado de Unión Radio. Si no es así en un mundo donde la creación de los derechos de autor supone 7.200 millones de euros a nivel global, mal vamos. De esos, el 60% se cuecen en la Unión Europea. Si a eso le unimos una "falta de voluntad política", como denunció ayer Enrique Bustamante, catedrático de la Universidad Complutense, el panorama está en pañales.

La riqueza de la creación es evidente. "Aunque el producto español es pequeño en el mar hispano", como aseguraba Jorge Fernández de León, encargado de Promoción Cultural del Principado de Asturias. Quizás por eso falta confianza. Basilio Baltasar, director de la Fundación Santillana -organizadora del encuentro junto a la Fundación Alternativas-, lo apuntó en sus conclusiones: "La cultura necesita acabar con su síndrome provinciano: la cultura de la queja es una cultura del fracaso".

Marta Sánchez (empresa cultural Pragda); Carlos Alberdi, de AECID, y el productor Eliseo Álvarez, ayer en el Foro.
Marta Sánchez (empresa cultural Pragda); Carlos Alberdi, de AECID, y el productor Eliseo Álvarez, ayer en el Foro.C. M.

Cebrián y el proteccionismo de EE UU

Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, editor de EL PAÍS, clausuró ayer, junto a Pere Portabella, presidente de la Fundación Alternativas, y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el II Foro de Industrias Culturales en Español, organizado por las fundaciones Alternativas y Santillana. Ahí se han debatido durante dos días las posibilidades y la situación de las empresas hispanas en EE UU, un mercado deseado y con gran futuro, pero donde los privilegios de las estructuras anglosajonas hacen difícil la entrada. Para Cebrián, las ventajas son evidentes: "Sobre todo por la unidad de nuestra lengua, millones de personas sueñan y aman en el mismo idioma y es algo que no se tiene suficientemente en cuenta desde el punto de vista de la industria". Y añadió: "Hay que fomentar la diversidad de nuestra cultura también y contemplar de manera global un mercado en habla hispana y en portugués. En Brasil han contemplado esto tanto el presidente Lula como en su día Fernando Henrique Cardoso, cuando decidieron que 13 millones de niños se pusieran a aprender español".

Los poderes públicos, aparte de con leyes como la brasileña del español, deben ayudar "eliminando obstáculos", aseguró Cebrián. Indicó dos: "Estamos en la prehistoria de la era digital. En este mundo hay cosas que se deben atender. Una es el precio de la banda ancha. Si se baja, se duplicaría el acceso a la red. La segunda es la lucha contra el proteccionismo, empezando por el de Estados Unidos, que limita seriamente la concesión de frecuencias en un mercado donde los poderes locales impiden el desarrollo de marcas potentes en español".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.
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