La Iglesia holandesa ocultó los abusos que cometió un prelado
Jan ter Schure, obispo holandés de la ciudad de Den Bosch (sur del país) hasta 1998, abusó de un menor cuando era seminarista y docente en un internado salesiano. El prelado falleció en 2003, y la víctima, que todavía sufre secuelas a los 76 años, recibió 16.000 euros de compensación. Según sus declaraciones, otros seis sacerdotes se aprovecharon también de él entre 1948 y 1953.
Aunque los hechos se conocieron ayer, la jerarquía eclesiástica sabía lo ocurrido porque la víctima envió varias cartas contándolo. El internado Don Rua llegó a tener en su día un centenar de alumnos de 12 a 18 años. Muchos de ellos fueron luego curas y misioneros. Ad van Luyn, uno de los compañeros de clase del denunciante, es hoy obispo de Rotterdam y presidente de la Conferencia Episcopal nacional. Fue asimismo la máxima autoridad salesiana de Holanda. Según la víctima, desoyó todas sus quejas. Las investigaciones efectuadas por el rotativo NRC Handelsblad y Radio Nederland, desvelan que el asunto fue derivado a los salesianos. Van Luyn alegó que no podía intervenir en la vida de las congregaciones. El actual obispo de Den Bosch, y el representante de los salesianos holandeses, sí han presentado sus excusas.
La víctima, que tiene 76 años, aún sufre secuelas por lo vivido
A partir de 2011, la comisión que investiga los abusos sexuales perpetrados en el seno de la Iglesia católica holandesa pedirá a sus causantes que se personen. Wim Deetman, su presidente, posee la lista de varios religiosos y espera "que afronten el perjuicio causado a los abusados y a la propia Iglesia". El Vaticano ha sido informado a través del nuncio en Holanda.
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