Un eslalon de 157 días

El próximo sábado, 20 de noviembre, se podrá esquiar en Cataluña. Dos pistas del Pirineo, Masella y La Molina, ya engrasan sus remontes, preparadas para afrontar la que será la temporada de esquí más larga de su historia. La llegada de las nieves tempranas conjugada con una Pascua muy tardía este año (el 25 de abril) hará que las estaciones exploten sus instalaciones 157 días. Para lograrlo, todas han invertido en mejorar sus instalaciones. Sus cañones de nieve artificial están a punto.

La fecha que las pistas barajaban para abrir era el 27 de noviembre. Más pronto de lo habitual. "Pero las nieves de la semana pasada y la previsión de que este fin de semana las temperaturas serán bajas han hecho que algunas estaciones se decidan a abrir incluso antes", explicó ayer Aureli Bisbe, presidente de la Asociación de Turismo de Esquí y Montaña (Atudem) y también director de Baqueira Beret.

El director de Masella y La Molina, Xavier Nolla (a la vez presidente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí), confirmó que ellos ya están a punto. "Tenemos la ventaja de estar muy cerca de Barcelona. Tenemos muchos esquiadores que viene a pasar el día", dijo. Esto se traduce en más clientes dispuestos a acercarse aunque haya poca nieve. Para empezar, la Molina abrirá una pista y Masella dos. "Si nieva, puede que incluso algo más", adelantó Nolla.

De las diez estaciones que existen ahora en el Pirineo catalán, recordó, la mitad cuentan con capital público y la otra mitad son enteramente privadas. Todas, señaló, han invertido para modernizarse. En concreto, para esta temporada las pistas catalanas han gastado un 42% más que el año pasado; en total, 27 millones de euros. Las de Aragón han invertido 17 millones y las de Andalucía nueve. Además, las pistas catalanas son las que más visitantes registraron el año pasado en España: más de dos millones de esquiadores.

"Una temporada tan larga es un objetivo ambicioso", dijo Bisbe ayer. A pesar de que la actividad se prolongará más que nunca, no esperan ingresar más. "Por los problemas de la economía", justificó. El responsable de la asociación de turismo de esquí no quiso dar una cifra concreta de facturación para el sector. "El de las estaciones es un sector de empresas pequeñas y no siempre es fácil recoger cifras exactas. Hay estaciones muy transparentes. Otras no tanto. Prefieren fijarse en lo que dice el vecino para calcular. Pero vamos avanzando. Llegaremos a tener cifras reales y fiables", auguró.

Bisbe reconoció que el hecho de mantener la facturación este año no significará que mantengan (e incluso obtengan) beneficio todos los operadores. "Algunas estaciones lo que dan es un beneficio social. Aportan mucha riqueza al territorio, a los hoteles, la hostelería... El déficit puede compensarles", justificó. Asimismo advirtió de que los implicados en este turismo deben tener cuidado con las guerras de precios. "Si algunos hoteles siguen bajando precio, cambiará el público y puede ser perjudicial", avisó.

No solo las pistas catalanas inaugurarán su temporada el sábado. En Aragón algunas estaciones también se plantean abrir pistas, y en Andorra, en Grandvalira la zona de Pas-Grau está previsto que comience a funcionar.